Según la ministra de Trabajo, una señora que siempre sonríe sin que nadie sepa el motivo, son las empresas-enemigo a batir por la socialdemocracia gubernamental-las que deben hacer política social con cargo a sus beneficios. Es su respuesta tras las críticas recibidas de la patronal por la decisión de hacer que las retribuciones en especie también coticen. Cuando el gobierno presentó la ley de tasas judiciales se justificaba la medida-preámbulo de la norma-como una racionalización del ejercicio de la potestad jurisdiccional, eufemismo para marear la perdiz y ocultar que a partir de ese momento-alegría para bancos, aseguradoras y autoridades de Tráfico-los pobres lo iban a tener más complicado para litigar. Ahora, con la medida de la tal Fátima se dice al trabajador que aplauda, pues tendrá una mayor cotización para su pensión de mañana, pasando por alto que en el sistema de reparto español el mañana será nunca. Si algún trabajador pierde su empleo por la medida, consuélese pensando en que tendrá un euro o dos más al mes en su prestación por desempleo y, lo más importante, que con su magro beneficio habrá contribuido a la auténtica política social de este país, el bienestar del Estado.
martes, 21 de enero de 2014
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4 comentarios:
Si las retribuciones en especie también han de ser sujeto de cotización, lo justo es que se pueda cotizar asimismo en especie.
El agricultor o ganadero que cotice en berzas o en pollos. El dueño de restaurante, en ricas ensaladas y chuletones asados. El taxista en viajes para la SS y/o Hacienda. Y así.
De lege ferenda, Don Aitor, no es mala propuesta.
Yo siempre había pensado que las políticas sociales las hacía el Estado con los impuesto, pero parece ser que tan pesada carga no interesa llevarla. Así que podrían devolvernos dinero.
El Estado se comporta más cómo la Banca de una suerte de ruleta rusa en la que ellos siempre gana a costa de nosotros que, por ende, siempre perdemos.
Un saludazo.
Saludos, C S; en efecto, quebrado el Estado del Bienestar sólo queda el Bienestar del Estado.
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