El 12 a las 12 era la consigna para todos aquellos que quisiesen reivindicar la españolidad de Cataluña, que es algo así como quedar para exigir el reconocimiento de que dos y dos con cuatro, con la salvedad, eso sí, de que bajo el imperio de la Constitución vigente dos y dos pueden ser cinco, o tres, según el máximo intérprete de la norma se levante con el pie izquierdo o derecho. Muchos más asistentes que el año pasado y menos, seguramente, que el próximo: un éxito pese a la soledad institucional con la que ya se contaba de antemano. No compareció ningún miembro del gobierno, tampoco cargos relevantes del PP, ni siquiera el estólido Floriano, que por ir, y por hacerse la foto, fue hasta la capilla ardiente de Carrillo para hacerse perdonar las presuntas tropelías de Yagüe por su Extremadura natal.
Alegan los melifluos que esas ausencias se debían al desfile que a esas mismas horas recorría una de las arterias de Madrid, evento descafeinado por la ausencia del jefe supremo de unos ejércitos que garantizan la soberanía...de otros países. Pero no es excusa: un plasma gigante instalado en la Plaza de Cataluña hubiese llevado la imagen y la voz de Mariano a modo de homilía. Porque no nos engañemos: el acto del pasado sábado tenía mucho de fervor religioso, de acto de fe. Se cree a pies juntillas en un texto sagrado, la Constitución, y se invoca la ayuda de algo intangible, el gobierno y todos sus apéndices. Por fortuna, y dice mucho del talante pacífico de los asistentes, no hubo hostias, pues el reparto de esa liturgia habría sacado de su letargo cinéfilo al fiscal general, abriéndose la oportuna investigación en busca de ultraderechistas peligrosos, ignorando que los ultras ya no van a ver ni a la Legión.
6 comentarios:
Al Fiscal General, seguro... pero que las bofetadas despertaran a los Mossos, esa policía política del Principado, no lo tengo yo tan claro.
Cuando se trata de aporrear, los primeros; pero cuando tienen que defender/pacificar/detener, ni están ni se les espera.
Y si los "ultras" son acólitos de Espadaler ya ni le cuento...
creo que la fe en esta Constitución y en sus garantes, entre muchos de los asistentes a la concentración (en la que estuvo el condenado arribafirmante, es una fe débil, manifiestamente empeorable... pero...¿no quieres café?... también asistirá, si se convoca, a la mani del día 6 de diciembre. Se avisa, la presencia de figuras del gobierno, del estilo Oyarzábal, es perfectamente prescindible.
Herep, por mucho talante pacífico que mostraran los asistentes, ya sabemos que son fascistas. No hay duda.
Tolerancio, su fe me parece digna de elogio, encomiable, sin duda. Viva la Pepa. Ahhh, que la Pepa era otra. Bueno, tanto da.
La ausencia de miembros del Gobierno podría deberse a que quieren respetar la singularidad catalana, y no pisarle la foto a Alicia. Tan solícitos ellos.
Don Aitor, podría haber venido Montoro, pero no puede moverse de Madrid, ya que por eso se levanta una pasta cada mes en concepto de dietas. Que luego tenga tres pisos en la capital es pura casualidad.
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