Un diputado convergente presenta una moción para llevar al Código Penal la banalización del holocausto, y también del nazismo, buscando así que partidos como el suyo, y otros similares, no deban soportar la calificación de nazis cada vez que salen en procesión con antorchas y estandartes. De igual guisa, ante semejante moción y a modo de reconvención, los diputados del PP podrían pedir que fuese tipificado como delito el ser tildados de fachas o franquistas cada vez que intentan modificar las leyes educativas, del aborto o cualquiera que pueda ser polémica, o mantener otras en su esencia, como una Ley Hipotecaria que no acepta la dación en pago y que provoca, además, que sean llamados asesinos cada vez que un desahuciado, en clara metáfora de la amortización del préstamo, se tira por el balcón.
Con este dispararte lo que de verdad se banaliza es el Código Penal, texto que hasta ahora quedaba para castigar acciones y omisiones de cierta importancia y que, por arte de magia, puede pasar a la caza y captura del pensamiento y la palabra, todo un maltrato a la retórica. ¿Se banaliza el holocausto si se rebaja sustancialmente las cifras de muertos en aquellos campos? El Derecho suele ser una cuestión de interpretación, por lo que para dirimir una cuestión como la planteada habrá que buscar jueces con profundos conocimientos históricos. Por no hablar de la prohibición, también pretendida, de símbolos franquistas: ¿fue el régimen de Franco fascista, totalitario, conservador o, por contra, no fue más que una democracia orgánica en la que el pueblo pintaba lo mismo que ahora? Un follón, al cabo. Más claro era aquel otro disparate de una ministra de Zapatero que quería castigar penalmente el llamar maricón o gorda a alguien. A fin de cuentas, uno de los deberes del gobernante es la claridad a la hora de legislar.
7 comentarios:
Amen de lo escrito, a mi me llama poderosamente la atención que quienes reniegan de España, quienes se saltan por el orto leyes y derechos fundamentales, quienes se descojonan a mandíbula batiente de las sentencias de los más altos tribunales, esos, son los que piden se tipifique esto o aquello como delito.
¿Con que autoridad moral pueden pedirlo?, con ninguna.
Afortunadamente para ellos, siempre habrá una Alicia, un Rajao u otro imbécil útil que entusiasmado crea puede apaciguar a la hiena con unas berzas y unos tomates.
Por no hablar, Sr. Ogro, de cómo callan esas plañideras cada vez que un militante o simpatizante de C´s o del PP es agredido en Catatònia. Pero tienen buenos aliados, como la vice Soraya, a quien faltó tiempo para denunciar lo de la librería como si aquello fuese la matanza de Texas.
Muy acertada la comparación del régimen franquista con una democracia orgánica al uso de la que vivimos hoy... aunque, como soy desconfiado hasta la médula, mucho me temo que los "incidentes" de Blanquerna, no fueran provocados por el Gomierdo para hacer eso, salir a la carrera a demostrar a propios y contrarios (más a los contrarios, eso sí) que ellos están contra la crispación y a favor del "talante".
A saber...
... pero, a todo esto, ¿alguien sabe dónde está Mariano?
Mariano, amigo Herep, está con las cosas que importan: el Marca.
Sospechoso es el episodio de la librería, sin duda. Un grupo tan infiltrado por la policía...y no había un par de agentes en la puerta? Ya veremos qué sale de todo esto...cui prodest?
¿ Han visto ustedes la escenita de ayer en el parlamento catalán de su presidenta Núria de Gispert con el diputado de C's Jordi Cañas, que provocó la salida tanto de los diputados de ese partido como solidariamente de los del PP ?
Va a ser que, efectivamente, Catalonia is not Spain. Is Venezuela.
Por si no lo habian visto, aquí lo traigo.
Calli, calli.
Sacabat, sacabat, dice la tía del vídeo. ¿O acaba de empezar?
Publicar un comentario