Pocas cosas menos decorosas que envejecer, o simplemente hacerse mayor, sin dignidad, y eso es lo único que pienso cuando conozco la noticia de que uno de los organizadores del GAL ha sido detenido por dedicarse al menudeo de droga. Uno realiza un pedido de cocaína, tal vez un mísero gramo, abre la puerta de su casa y se encuentra, casco de la moto en mano, a un tipo que cazaba etarras con métodos poco ortodoxos, guerra sucia lo llamaban. El subidón es tan grande que ya no necesitas estupefaciente alguno, por lo que, no queriendo hacer un feo, acabas preguntando al tipo si tiene alitas de pollo o una tarrina de helado mientras cierras la puerta con la máxima delicadeza.
Siempre hubo algo chusco, amén del choriceo, en todo lo relacionado con el GAL, desde acribillar a balazos a gente que nada tenía que ver con la ETA hasta dejar un reguero de pistas de las fechorías cometidas, por no hablar de lo que supone iniciar una actividad de esta naturaleza secuestrando a un viejo francés en la certeza de que era un jefazo de la banda separatista, no siendo otra cosa el hombre que un viajante de comercio al que tuvieron que alimentar con latas de fabada hasta que, reconocido el error, le dieron la blanca. Lo que nos quedaba por ver era este reparto de droga a domicilio en gentes que uno presume cobrando ya alguna clase de retiro o pensión, escarmentados en cabeza propia y escribiendo unas memorias.
La máxima socialdemócrata, odia el delito y compadece al delincuente, brilla en este caso con luz propia y demuestra además que el iter criminis es en muchas ocasiones ruta de ida y vuelta que suele desembocar, si no directamente en la infamia, sí en el ridículo más espantoso.
6 comentarios:
Ya sabíamos que lo del GAL había sido una chapuza tipical-spanish; ahora nos llega el postre con el carrerón de este tipo.
Mas le valdría haberse hecho diputado, podria haber robado a manos llenas con impunidad. Quien sabe, lo mismo podria haber acabado en la ONU, o tal vez ser nominado para algún Nobel de la Paz.
Pero...hay lo que hay.
Cada día estoy más convencido de que el tinglado del GAL no fue nada más que un contubernio para, por un lado, repartirse dinero de los Fondos Reservados y, por otro, legitimar la acción armada de la ETA creándole un contrincante (chapucero) en ese mal llamado "conflicto armado".
Sea como fuere, pasar de espía matarife a repartidor de pizza sólo puede suceder en Expaña.
Si al menos hubiera llegado a narcotraficante de campanillas... pero mira que pasar papelas por la calle... de continuar así acabará robándole los zapatos a los borrachuzos que duermen la melopea en un andén del metro... menudo carrerón...
Todo en el GAL fue muy cutre, empezando por hacer determinados pagos utilizando una VISA. Quizá lo extraño es que, al igual que Torrente, no olvidasen el DNI en el lugar del crimen.
Eso sí, algunos se hicieron un patrimonio a costa de esos fondos reservados.
Tengan ustedes en cuenta que todo empezó por la afición de Pepe Amedo a.k.a. "Mariflor" por el juego y por una investigación de la Ertzaintza en este ámbito.
Mariflor, por su pose estirada; así le llamaban los más belicosos y cachondos de la plaza de toros de Bilbao, coso en el que ejercía de presidente.
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