Hay algo obsceno en este gobierno que va más allá de su natural incompetencia para resolver los problemas y su querencia por mantener los privilegios de una casta, la suya propia, contra viento y marea, y ello no es otra cosa que una pasión desaforada por intervenir en la vida y hacienda de los ciudadanos como sólo los gobiernos socialistas pueden y saben hacer. Con un sistema educativo propio de un país a la deriva y sin futuro, esta banda no ha tenido idea más feliz que adoctrinar a los tiernos infantes con el cumplimiento escrupuloso en el pago de impuestos, tasas, arbitrios y otras mordidas estatales, autonómicas y municipales. Que un niño sepa lo hermoso que es exigir a un autónomo el adelanto de un impuesto no cobrado parece misión sagrada para un gobierno que oye la palabra libertad y sus derivados y carga su revólver.
Se hartaron de criticar la zapateresca educación para la ciudadanía, se inventaron otra cosa igual de chusca sobre los valores constitucionales, cuando la carta magna, por su vulneración constante, es ya historia bien lejana, y vienen ahora con otra vuelta de tuerca en la formación del espíritu borreguil, una añagaza amparada en el afán por impedir que nada se mueva, que todo permanezca inalterable. Tras esta brillante idea, y junto al morigerado Wert, sólo puede andar la vice Sáez, una pesadilla para cualquier adulto, un coco para cualquier niño. Y es que cuando Hayek dedicó Camino de servidumbre a los socialistas de todos los partidos, que no eran pocos, no conocía a esta popular banda.
9 comentarios:
La verdad es que muchos nos quisimos engañar, y me acuerdo ahora de aquella vez donde Mariano puso pies en pared y se expreso con contundencia.. contra los suyos naturalmente. Me refiero cuando cargó contra los liberales de su partido, avisandoles que podian irse a otro partido. Aquello fue un punto y aparte que si bien no pasó desapercibido, nos avisaba.
Tal vez por esto Esperanza Aguirre haya salido escopeteada de este PP, sabía lo que había; como lo sabía Maria San gil cuando se largó del PP que sabía ya era complice de la "pá" de Zapatero.
Odian la libertad individual, exigen servidumbre y desconocimiento, obediencia y posición acrítica, forofismo en las siglas y nihilismo en lo ético. Quieren asnos y borregos, y de nuevo coinciden estos peperos y socialistas (y el resto tambien, ojo)
Afortunadamente no es mi caso, pero es evidente que con la sangría de impuestos han engañado a cientos de miles de votantes que sólo tienen ya el derecho al pataleo.
Rajoy, Sr. Ogro, no quiere liberales, pero tampoco conservadores, con lo que queda meridianamente claro que estamos ante un partido socialdemócrata más.
San Gil, según cuenta en sus memorias, dejó el PP tras el congreso de Valencia en 2008, pues se le encargó una ponencia sobre el modelo territorial del Estado que no fue aprobada, imponiéndose otra que abogaba por un entendimiento a toda costa con los nacionalistas.
de verdad, qué fatiga... por cierto que a algunos ppopulares no les habría venido mal asistir a una de esas clases para ser un ciudadano fiscalmente impecable el día de mañana...
... la diferencia entre sociatas y ppeperos es que estos últimos trocan la maldad intrínseca de los primeros por una incontenible propensión al pasteleo... qué harto me tienen... en fin...
Aguante, Tolerancio, que ya llevamos un añito con ellos; a la propensión al pasteleo debemos añadir sus terribles complejos y una carencia de principios ideológicos a los que agarrarse. Explosivo.
Incompetentes, altivos, irresponsables, sin una idea bien trabajada, todo es improvisación y frivolidad. Y corrupción y saqueo.
Hay quien cree que ZP era el resultado cumbre del ‘politicus transicionensis’…pero no era más que un idiota. Un idiota sin límite, incansable, sí, pero un idiota. El elemento verdaderamente significativo de su época, la escoria conclusiva del sistema, el profesional de la política que representa a la perfección toda una era, es en realidad Rajoy. Con él se llega a la cima de la degradación. No es un débil mental como ZP sino es el prototipo resultado de una regresión moral y ética que en los primeros abanderados de la Transición todavía pasaba por una lúgubre sospecha.
Su irritante glosolalia, con la que se enfrenta a todas las provocaciones y desafíos, identifica la deformidad de toda una generación de pequeños burócratas dedicados a la pequeña política que hasta aquí nos ha llevado. Una élite inversa producto de la cooptación de los incompetentes.
De su equipo no se salva ninguno.
Está claro, Fuga, profesionales de la política que proceden, si bien de manera fugaz, del funcionariado, individuos para los que el Estado es un fin en sí mismo, el único fin. Con esa filosofía, lo demás, desde el saqueo del contribuyente hasta el adoctrinamiento de la infancia, cae por su propio peso.
Y todavía algunos ingenuos claman porque se supriman las diputaciones: quia.
Ayer se ventiló un discurso en el Museo del Prado que es todo un aviso de la disolución nacional con confederación asimétrica de pomada para incautos.
Tiene más peligro que Niceto Alcalá Zamora chupándosela a Largo Caballero.
Se está demostrando que la base ideológica de este Gobierno es, nada más y nada menos, que el hecho recaudatorio.
Impuestos buenos, niños... Impuestos buenos...
Todo lo demás no importa.
Dinero, dinero...
¿Quién dijo que no tenían ideología?
Herep, este gobierno está enamorado del Estado en su versión más devastadora. Y ojo, porque esto no ha hecho más que empezar.
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