Siempre se dijo, y con razón, que
Albert Rivera era el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el
entierro. Y es ahora, en el terreno de lo fúnebre, cuando el hombre se ha puesto a desempeñar otra
faceta que no deja indiferente y que explicará en breve en su cadena amiga, la de ejercer de desenterrador de los restos de
Franco. Parece que la posición de Ciudadanos en esta cuestión no ha sido
pacífica a nivel interno, pero ya se sabe que el partido naranja es de Rivera y
Girauta y nadie más, por lo que pronto se pasará página sin fractura alguna.
Lo
mejor, no obstante, es ese deseo de Rivera de convertir el Valle de los Caídos en el Arlington español. Dada la ola de patriotismo que recorre España de un
tiempo a esta parte y el amor fraterno que devora a sus gentes, no parece que la
propuesta tenga mucho recorrido. Y nos reíamos con Zapatero y su alianza de
civilizaciones.
4 comentarios:
De Rivera, don Reinhard. Es únicamente de Rivera.
Eso...que desentierren a Franco y le den el mando de la acorazada Brunete. Que ya estoy hasta la polla....
quien ha agarrado un cabreo del quince con lo del valle de los caídos y albert rivera ha sido FJL que dice que ya no le vuelve a votar jamás, por asaltatumbas...
Mientras tanto, en Madrid, sigue aflorando la corrupción del PP del lugar, y no se salva ni la Chichifuentes
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