La crisis del ébola ha vuelto a demostrar que el peor virus de este país es la clase política, una peste para lo que no parece existir antídoto posible y de la que solo nos puede liberar un cataclismo. De la ministra de Sanidad, mujer que se baña en confeti, ya no se espera mucho desde que supimos que desconocía que había un coche de lujo en el garaje de su casa, si bien parece ser que la despreocupación y la vida relajada son sus mayores virtudes: no en vano decía en una entrevista que el mejor momento del día era por la mañana, cuando miraba cómo vestían a sus niños.
Pero como el tinglado autonómico ha repartido la estupidez por territorios, su colega madrileño lleva días diciendo sandeces y obscenidades, la más lograda, sin duda, esa afirmación de que la enfermera contagiada no estaría muy mal cuando días antes de ingresar en un hospital se fue a la peluquería. Nada igual se escuchaba desde que aquella diputada del PP, curiosamente emparentada con otro ex consejero madrileño de Sanidad, le dedicó a los parados aquel sonoro que se jodan. Remata la faena el prócer asegurando que podría permitirse el lujo de dimitir porque tiene la vida resuelta. Y ya se sabe, una vida resuelta conduce a la irresponsabilidad y a la indolencia. Perra vida la nuestra. Como la de Excalibur.
6 comentarios:
ni te imaginas hasta qué punto Reinhard. El PP de Madrid, ése al que algún locutor que presumía de independencia por atizar por igual a tirios que troyanos ha unido su suerte, es el grupo de chulos, malencarados, bordes, chorizos, envilecidos y tramposos más lamentable. Verlos operar de cerca es encontrarse en vivo y en directo con la grotesca caricatura catalana del estereotipo madrileño matonil. Javier Rodríguez es la medida de todos ellos. Así se conducen.
Hay consejerías que desde su cúspide hasta director de menor rango son una relación de primos, cuñados, ahijados, amantes, y demás ralea sin oficio no beneficio….Tramas de corrupción que se parecen como una gota de agua a las que se persiguen en Andalucía, aunque aquí disfrutan de la protección de fiscalía anticorrupción y del Rodríguez Sol local. Administración prevaricadora, compra de medios y opinión, saqueo de fondos públicos instrumentalizada a través de todo tipo de líneas de subvenciones y coñas varias, parasitismo, dominio y ocupación de todo tipo de entidades de la sociedad civil en teoría independientes, juego sucio, persecución personal, listas negras y un largo etc.
Si el PP de Madrid es el reservorio espiritual de la derecha que debió ser, en palabras de ese locutor, y Aguirre su paladín, abandonad toda esperanza.
Del ayuntamiento ni hablamos. Imagen insuperable de un capricho personal y de la patrimonialización del Estado.
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En el ínterin los anónimos mindundis, como la tal Teresa, arriesgándolo todo. Es el caso de Ana Garrido Ramos. Funcionaria del ayuntamiento de Boadilla del Monte que descubrió la Gürtel de Madrid. Denunció la trama repetidamente por carta a Esperanza Aguirre desde 2007. Terminaron en la basura. Hoy sabemos que Aguirre camufló como contratos 657 concesiones a la Gurtel.
Ella, la funcionaria, reducida a despojo y su vida convertida en una agonía.
No te lo contarán en EsRadio…
¡Guau!
Mientras tanto, Mariano celebra el día de la Hispanidad....con un artículo en catalán en El País.cat.
Todo un síntoma de otra enfermedad.
la verdad es que el nivel de la mayoría de los políticos es una pena, ana mato vale un credo... pero yo no eximiría al paisanaje porque los políticos no aterrizan procedentes de una galaxia lejana... con relación al ébola, las insidias y gansadas que hace circular un amplio segmento del personal son vomitivas y definen muy bien el nivel del colectivo... tales para cuales...
Tremendo, Fuga; tenemos otro oasis en Madrid.
Don Aitor, dejo en una nueva entrada unas líneas sobre el artículo de Mariano.
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