El amigo Sánchez Manzano, aquel petardo que dirigía los Tedax la mañana del 11-M y que con justa razón ha pasado a la posteridad como Sánchez Manazas, acaba de sacar un libro sobre tan espinosa cuestión con el fin, siempre interesante, de relatar los hechos en primera persona y desmontar las habitualmente molestas teorías de la conspiración. Es muy probable que en un país serio el amigo Sánchez Manzano escribiese el libro desde una prisión, pues a fin de cuentas, y no es baladí, si diez años después de los hechos no se conoce el explosivo que estalló en los trenes es por su nefasta actuación, ya sea por dolo, lo más normal, o culpa, refugio habitual de estúpidos e incompetentes. Muestras de explosivo que desaparecen por arte de magia, las pocas que se obtienen que no se analizan debidamente, pasarse por el forro los más elementales protocolos, mentir a los jueces con total desparpajo y denigrar el buen trabajo de los hombres bajo su mando.
Imagina uno que el autor-el título ya es significativo-buscará que el libro sea una bomba, no en vano asegura, contenido al margen, que las ventas íntegras irán a los huérfanos del Cuerpo, pero es fácil adivinar que en el mejor de los caso se tratará un artefacto como el que contenía aquella providencial mochila que apareció en la comisaría de Puente de Vallecas y que orientó la investigación en un determinado sentido: una chapuza que no explotó porque los cables estaban sueltos.
7 comentarios:
Tengo ganas de que Luis del Pino desmonte esta fábula, que está a la altura de la sentencia del 11m, perfecta metáfora de la cuadratura del círculo.
visto el autor y el tema, no sabe uno si el libro es mejor leerlo o desactivarlo...
Yo quiero un libro de Elisa Beni al respecto, para reírme a gusto.
No hace falta leer ese panfelto para ver la larga mano de la Eta tras un plan elaborado en cierta calle de Argüelles para dar un Golpe de Estado encubierto en una jornada de reflexión... Real cómo la vida misma...
Un saludazo.
elisa beni... la veo algunas veces de contertulia en la tele a mediodía... mira que es simplona, la pobre
Queda poco para que se cumplan los diez años de la masacre, así que es posible que salgan más libros en la misma línea de petardeo.
….y como casi toda simplona que se precie, Tolerancio, una histérica iracunda de timbre de voz insoportable.
He sentido su divorcio de Bermúdez. Resarcía en alguna medida la justa aspiración de justicia de las víctimas también sobre tan necio juez y su sentencia clínex.
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