TWITTER

martes, 25 de septiembre de 2012

La escritura como pena


Arnaldo Otegui ha escrito un libro en prisión-El tiempo de las luces-que próximamente saldrá a la venta: estaba cantado y pocos lo querían ver. Son innumerables los casos de presos que se han puesto a darle a la pluma estando a la sombra, hasta el sanguinario De Juana Chaos escribió un par de obritas infumables que le sirvieron para redimir una parte importante de su condena antes de que llegase la doctrina Parot y sentenciase que escribir está muy bien, sin duda, pero que el único favor que a cambio se puede recibir es el aprecio, o el desprecio, del lector.

La supresión de la redención de penas por trabajo no ha traído consigo la desaparición de los talleres en los centros penitenciarios, al menos los talleres literarios, espacio donde el preso se sumerge en la escritura para dar alivio a su conciencia, pasar el rato y, de esta forma, dar el coñazo a la junta de tratamiento, órgano que además de examinar los informes de los profesionales habituales deberá echar un vistazo a la fiera literaria que quizá habite en esas almas descarriadas, todo ello antes de pronunciarse sobre una progresión de grado o la concesión de un permiso, so pena de prevaricar a lo Fernández Díaz, eufemismo que designa un vulgar apretón del esfínter.

Sobre el libro de Otegui, un columnista gallego, con retranca y talento, afirma que él siempre se había opuesto al encarcelamiento del batasuno por esa razón, que inevitablemente escribiría un libro, lo que equivale a una deconstrucción de la máxima progresista de Concepción Arenal: odia el delito y compadece al futuro lector.

3 comentarios:

Señor Ogro. dijo...

Yo no creo en la reinserción como concepto general. Hay excepciones, pero en general, no existe la reinserción, aunque les des los medios necesarios.

La reinsercion y reducción de pena deberían ser excepciones medidas al milímetro, pero en vez de eso sirve de coartada o excusa para liberar presos a ritmo asombroso.

Y en el caso etarra ya vemos como acaba la cosa: ni perdon sincero, ni reinsercion.

Ahora, esto pasa de manos de los politicos españoles y del pueblo español que les vota. Punto.

Reinhard dijo...

En el caso etarra, es mejor no pensar cómo acaba la cosa, pero mucho me temo que en pocos años no quedará ni uno en prisión. Eso sí, todos sacarán un libro.

tolerancio dijo...


¡santo Dios! La perspectiva es aterradora... a libro por preso... es la táctica más retorcida ideada por el denominado "frente de Makos"... ¿Qué no veremos? Se avecinan unos añitos espeluznantes.
Que Dios nos asista