El vicecanciller alemán, verde
para más información y muy preocupado por la suerte del bandido Zelenski, dice
en un debate en televisión que Trump está lanzando un ataque frontal contra los
valores occidentales. Y cuáles son esos valores, se preguntará el personal, en
un Occidente más que decadente. Pues ahí van unos cuantos: globalismo, fomento
de la inmigración masiva y descontrolada, pensamiento woke, ideología de género, patrocinio del cambio de sexo como si fuese una hazaña nunca vista, exaltación del
cambio climático como una perversión generada por el hombre (y la mujer), criminalización
del pensamiento disidente a través de los llamados delitos de odio, prohibición,
al menos la tentativa, de aquellos partidos políticos que osen poner en duda la
corrupción del sistema, manipulación de la educación y la enseñanza con la
finalidad de formar idiotas desde la más tierna infancia…y, last but not least, tapones unidos a las
botellas de plástico.
No está mal el elenco de valores,
y más de uno habrá quedado en el tintero. A la vista de ello, sería deseable
que ese ataque frontal de Trump fuese absolutamente devastador. Y rápido.