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martes, 16 de diciembre de 2014

Del afán de notoriedad



Algunas veces suena la flauta, y un ropón demuestra sentido común y buen conocimiento de la ley. Por aquello tan español de a moro muerto, gran lanzada, y con su demagogia habitual a cuestas, las gentes de UPyD pretendían encarcelar a Rodrigo Rato de manera provisional y sin fianza, que es artimaña habitual en nuestra legislación procesal para ir anticipando el cumplimiento de la pena, tal vez para demostrar al pueblo, del que emana la justicia, que esta puede ser rápida, demasiado en algunas ocasiones. Pero su señoría Andreu mandó a esparragar al partido magenta con un tirón de orejas: hagan política, si pueden y saben, en el parlamento, dejen los tribunales para otros menesteres y renuncien al afán de notoriedad.

Por desgracia, anda en entredicho la acción popular para la persecución del delito, y actuaciones de este tipo dan alas a todos aquellos que quieren liquidarla, empezando por un gobierno que grava el acceso a la justicia como si fuese esta una autopista. Sería aconsejable, de lege ferenda, que actuaciones como las de estos salvapatrias, regeneradores y terceristas tuviesen una reprimenda en forma de multa. Aunque sólo sea por recaudar.

4 comentarios:

Aitor Mento dijo...

Si es por la misma regla de tres, ¿ no habría que hacer lo propio por esas querellas que presentó UPyD contra Artur Mas en y por el 9N ?. Pregunto.

Reinhard dijo...

Las querellas por el 9-N, las de este gente y hasta particulares, tienen un mínimo fundamento, aunque seguramente irán al archivo porque aquí entra el pasteleo político.

Pedir la prisión provisional para Rato es, como entiende el juez, un despropósito con afán de notoriedad. Sin que ello impida la posibilidad de que algún día tan ilustre banquero acabe entre rejas. Esto de los magentas, como todo, es de un populismo insoportable.

Reinhard dijo...

Por otra parte, que sean partidos políticos los que acaparen la acción popular demuestra que faltos andamos de sociedad civil. Añadamos, véase el caso de la infanta, que el acusador por excelencia, el Fiscal, es nombrado por el gobierno de turno. En fin, para correr.

Fuga dijo...

La acción popular necesita de músculo financiero para una fianza que suele buscar desalentar la personación.

No me parece mal que la ejerzan los partidos políticos. Otra cosa es que no esté bien argumentada.

Los magentas están haciendo un buen trabajo denunciando la corrupción en Madrid...un comunidad que ya compite con otras en el pelotón de cabeza de la corrupción.