Un tal José María Lassalle, que
antaño era un think tank del PP, anda
de tertuliano-dónde irá el buey que no are-por la Cadena Ser. En esa casa soltó
el otro día esta perla: las nuevas
generaciones se ven víctimas del avance de la extrema derecha porque se alejan
de una cultura basada en el libro y muy afirmada sobre las pantallas. Ahí
es nada. Que poco libro y mucho videojuego, he ahí la razón por la que los más
jóvenes ven en el fascismo una suerte de redención ante una existencia poco
edificante.
Desconocemos qué libros son
necesarios para desasnar a las nuevas generaciones, que evidentemente no son
las del PP, para que no caigan en las garras de la extrema derecha, pero dada
la sintonía política del tertuliano con Esteban González Pons, otro líder ideológico
del PP, no extrañaría que el tal Lassalle recomendase la primera novela de este último, Ellas, que tiene perlas como ésta:
(…) aquella desnudez indiferente transmitía la plenitud de una
diosa madre cuyo monte de Venus hubiera encajado anoche la embestida de un guerrero
lanzado al galope. Reposaba tan complacida como una mantis religiosa sexual,
agotada después de que hubiese tragado a su amante por la vulva, haberlo
digerido en el útero y finalmente haberlo vuelto a expulsar, haberlo vuelto a
parir, haberlo vuelto a renacer.
Descansaba con la conciencia tranquila de quién posee la fuerza
de la resurrección en el centro mismo de su coño(...)
Claro, que luego vendrían las
feministas y nos dirían que es la pornografía la culpable de que los jóvenes
cosifiquen a las mujeres y cometan agresiones sexuales en manada. Y es que como
señala un tuitero brillante, Money for Nothing, es admirable el esfuerzo que
hace Lassalle por confirmar con palabras lo que su rostro anticipa.