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lunes, 26 de septiembre de 2022

La marcha sobre Roma

 


Parece ser que el fascismo ha lanzado una nueva marcha sobre Roma. Y además, de manera victoriosa, como es tradición. Eso se deduce de la reacción de los medios españoles ante la victoria de Giorgia Meloni en las elecciones italianas, si bien no hacen otra cosa que seguir las indicaciones de los sacamantecas de Bruselas con la tía Ursula, la tía de la laca, a la cabeza. Europa, ese ente de  burócratas, no puede tolerar que un estado miembro abandone el redil y decida aplicar aquellas políticas que considere más adecuadas para los intereses de sus ciudadanos, véase la díscola Hungría.

¿Y qué propone la Señora Meloni? Pues de manera sucinta, apoyo a la familia, fomento de la natalidad, menos impuestos, energía nuclear, lucha contra la inmigración ilegal y más seguridad para los ciudadanos. Como se puede apreciar, fascismo puro y duro. Y eso la banda de Bruselas no lo puede tolerar, de ahí que amenace con sanciones de todo tipo en una demostración de lo que ellos entienden por democracia: ustedes pueden votar pero voten bien. ¿Y qué es votar bien? Pues lo que nosotros-o el caos, tanto da-consideremos correcto. Esto ya lo vieron venir los británicos, que con el Brexit dieron el portazo a tanta intromisión en los asuntos internos. Porque en el fondo, lo que la tía de la laca y sus acólitos temen es una marcha sobre Bruselas.


jueves, 22 de septiembre de 2022

Contra o racismo

 


A falta de otras tareas en las que gastar el dinero del contribuyente, el ayuntamiento de Santiago de Compostela ha lanzado una campaña contra el racismo. En uno de los carteles aparece un mena, estudiante de Siria, con una pregunta muy concreta: ¿aceptarías que fuese el mozo-vulgo novio-de tu hijo o hija? No parece muy atinado el asunto y por varias razones. En primer lugar, la pinta del sujeto no infunde mucha confianza para que los padres del hijo/a le den al botón de aceptar. Ya sabemos que hoy en día la especie rara es aquella que no se tatúa, pero quizá hubiera sido más prudente buscar a otro mozo/mena que no luciese tatuajes en lugar tan visible, o que ofreciese un rictus menos serio, que eso es muy valorado por los padres, futuros suegros de nuestro hombre.

Luego, llama la atención el uso, qué boda sin la tía Juana, del lenguaje inclusivo: hijo o hija. ¿Y qué ocurre con les hijes? ¿Está al tanto de esta laguna la ministra Montera? Por otra parte, y en la misma línea, no podía faltar el guiño a la cuestión de la orientación sexual del personal. El mena/mozo puede elegir entre chico y chica. No son pocas las agresiones perpetradas por esta alegre muchachada contra homosexuales que se mostraban demasiado afectuosos en público. Bien es cierto que, como asegura el mainstream, son casos aislados, quizá incluso alguno de estos recién llegados sea estudiante, y presumimos que aplicado, como reza la campaña, pero la cosa chirría un poco.

En cualquier caso, y extravagancias al margen, estamos ante otro ejemplo de aquello que dijo una ministra socialista, que el dinero público no es de nadie, luego se puede tirar a la basura. Y en todas las lenguas el Estado. Para que luego venga otro ministro socialista y diga que hay que armonizar la fiscalidad. Ya está armonizada: el contribuyente, en cualquier lugar y bajo cualquier administración, nunca puede elegir el destino de su saqueo.


lunes, 19 de septiembre de 2022

Indultos por aclamación

 


El Régimen del 78 ha urdido una petición para que el gobierno del camarada Sánchez indulte a Griñán sin que éste llegue a pisar la cárcel. En realidad, los abajofirmantes sólo pretenden reivindicar el Régimen al que tanto deben y al que vienen sirviendo, de una forma u otra, desde hace muchos años. Si no es así, qué se puede decir de muchos nombres de esa lista: Borrell, Bono, Montilla, Fidalgo…hasta Martín Villa, viejo falangista y perejil de todas las salsas. Quizá sorprenda un poco, pero sólo un poco, la presencia en esa petición de Fernando Savater, repartidor de toda clase de éticas y, en este caso concreto, de consejos vendo que para mí no tengo. También la judicatura, cómo no esa pata de banco en la fiesta de la indecencia, aporta su granito de arena.

Y es que todo esto no es más que un homenaje a la corrupción institucional en la que tantos años llevamos instalados. Si hemos indultado a los golpistas catalanes, claman los morigerados,  por qué no a un tipo que, aseguran algunos, no se ha llevado a su peculio un euro que procediese de una gigantesca trama de expolio a las arcas públicas. Si no hemos encarcelado a Pujol y a toda su parentela, por qué vamos a exigir que Griñán pase una temporada a la sombra. Todo es así de obsceno e infame en esta democracia que con tanto esfuerzo y sacrifico nos dimos los españoles a la muerte del dictador. Como dice el tendero de la esquina, que no ha firmado la petición de indulto porque no vive de la corrupción, a ver si renovamos el CGPJ y terminamos con esta lacra.


jueves, 15 de septiembre de 2022

Renovemos el CGPJ

 


Dice la ministra de justicia que cuando usa el transporte público, metro o autobús, escucha cómo y de qué manera la gente se queja de la no renovación del Consejo General de Poder Judicial, CGPJ en el foro. La boutade es inadmisible: primero porque la ministra no usa esos medios de transporte ni borracha, y segundo porque la inmensa mayoría de la gente, vaya en metro, autobús o coche, no sabe qué es ese órgano, ente o martingala, y además no pasa pena por padecer esa ignorancia.

No obstante, hay excepciones; así, el otro día, mientras hacía la compra de fruta, el frutero me soltó, y qué, cuándo renovaremos el CGPJ. Le respondí que eso sería cuando los tomates tuviesen sabor a tomate y no a plástico. O cuando un mena intentó robar el bolso a una anciana en un vagón del Metro de Barcelona: los demás pasajeros le afearon la conducta y lo enviaron a su país de origen, a lo que el mena muy airado contestó, y vosotros, qué, además de racistas no renováis el CGPJ. Algún hostelero gracioso, ante el reproche de la clientela por tener el aire acondicionado a 27 grados, se encoge de hombros y afirma que todo mejorará, quizá en invierno, cuando por fin se renueve el CGPJ.

Pero los ejemplos anteriores son excepciones, casos aislados, nada más: al común de los mortales se la trae al fresco la renovación del CGPJ. De hecho, las buenas gentes que usan el transporte público, y también los que no lo usan, no saben quién es una tal Pilar Llop ni qué méritos atesora para ser ministra de justicia. Pero da igual: para cualquier miembro del gobierno lo importante es marear la perdiz. Con el comodín de Franco, que cualquier día lo ponen en danza otra vez, tenían más gracia.


martes, 13 de septiembre de 2022

Un absurdo

 


Feijóo, que según las encuetas va lanzado, dice que, caso de alcanzar le poder, derogará las leyes con más carga ideológica del sanchismo. No está mal como carta de presentación pero luego, como sucede en esos contratos con letra muy pequeña, vienen los matices. Sobre la posibilidad de que las menores de edad puedan abortar sin el consentimiento de sus padres, el gallego se descuelga con que promoverá que sea un juez de familia el que decida si la niña aborta o no. ¿No estábamos en que íbamos a derogar leyes como ésa? ¿Por qué escudarse en que su partido ya ha recurrido dicha ley ante el Tribunal Constitucional? Recordemos que el PP ya recurrió ante esa instancia la ley del aborto de Zapatero, aquella llamada ley de plazos, y todavía hoy, años y años después, no hay sentencia al respecto. Aunque teniendo mayoría absoluta el gobierno del PP no la derogó, lo que hubiese hecho decaer la finalidad del recurso. Pues ahí seguimos, esperando la resolución del misterio.

En esto Feijóo es un Don Tancredo al estilo de otro gallego, Rajoy; éste, como no se atrevía a aplicar el 155 a los rebeldes catalanes prefirió, antes de tomar tan drástica decisión, mandar a los fiscales a dar la batalla contra una turba cada vez más radicalizada. Podemos derogar las leyes pero que sea un juez-que para eso cobra-el que decida si procede un aborto o no. Presumimos que será mediante un procedimiento de urgencia que no admitirá recurso alguno, porque de lo contrario…En fin, todo un absurdo.


martes, 6 de septiembre de 2022

Se acabó la felicidad

 


No hace mucho, ese pequeño y patético Napoleón que como presidente de la república padecen los franceses anunció el fin de la fiesta y de la abundancia, si bien no sabemos si el trágico aviso iba dirigido sólo a los franceses o también a los europeos más cercanos, pero advertido quedaba el personal. Se acabó la felicidad.

Curiosa y casualmente, hace poco se ha sabido que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, ha inadmitido un recurso que años atrás se interpuso contra una directriz del Consejo de lo Audiovisual de Francia que consideraba inapropiado que los niños con síndrome de Down pudiesen mostrar en anuncios que eran felices, ni siquiera cuando abrazaban a sus madres. Pues así seguirá la cosa en el país vecino, si bien ahora, con fin de la abundancia sentenciado por el enano, ya nadie, ni en televisión, con Down o sin Down, ni en esas calles francesas animadas por la multiculturalidad, podrá mostrar felicidad. Todo el mundo andará con el rictus de vinagre de la tía Ursula von der Leyen, la tía de la laca. De esta guisa, todos y todas se darán un aire al malvado Putin. Europa era esto, lo que empezaba en los Pirineos.


jueves, 1 de septiembre de 2022

La derrota de la memoria

 


Parot, el que da nombre a una doctrina sobre beneficios penitenciarios, y Txapote, el que se llevó por delante a Miguel Ángel Blanco, serán trasladados a prisiones el País Vasco. ¿Y cómo se traduce eso a efectos prácticos en esta España descentralizada? Pues que ambos gozarán más o menos pronto de un régimen de semilibertad, y sin que de momento hayan dado muestras de arrepentimiento, concepto tan difuso como religioso que ha servido para que muchos terroristas hayan acortado sustancialmente sus condenas. Podemos, en un alarde de optimismo, afirmar que todavía quedará algún fiscal o juez de vigilancia penitenciaria que evitará tamaño despropósito, pero la experiencia no avala nada parecido.

Llegado el día, se podrá sentenciar que estamos ante la culminación de esa derrota del vencedor que tan atinadamente señaló Rogelio Alonso en uno de esos libros que resultan imprescindibles para conocer un poco la historia más reciente de este país. Lejos quedan aquellos días infames que precedieron a la suelta de Bolinaga, el carcelero de Ortega Lara, el preludio de lo que ha venido después con la excusa de que la ETA ya no asesinaba, que aquello ya era historia y que, tapándose uno la nariz, había que mirar para otro lado. Hace poco se publicó un estudio que señalaba que muchos jóvenes españoles no sabían quién fue Miguel Ángel Blanco. Como para preguntarles por Parot y Txapote. He ahí la derrota. La nuestra, no la de la banda.