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miércoles, 28 de abril de 2021

Las cartas

 


El episodio de las cartas amenazantes constituye el penúltimo invento de la factoría de Iván Redondo con el objetivo de dar un vuelco a unas encuestas nada halagüeñas en las elecciones madrileñas. Nadie en su sano juicio puede creer que esas cartas hayan podido sortear diferentes filtros, ya sea en Correos o en la seguridad pública o privada de los ministerios, pero eso es irrelevante para aquellos iluminados que afirman que Madrid será, otra vez, la tumba del fascismo.

Y es que todo sigue un guion establecido con mucho descaro y que finaliza con el latiguillo habitual que tantas reminiscencias históricas tiene, el fascismo, ahora ultraderecha, no puede ganar estas elecciones, hay que impedirlo como sea. Hasta el ministro del Interior se lanza por la pendiente y llama organización criminal al Partido Popular, curiosamente el mismo partido que tuvo la feliz idea de auparlo a las más altas cimas de la magistratura. Quedan unos cuantos días y algo nuevo sacarán. Ojo al voto por correo, ahí queda el atraco a Trump para, por una vez y sin que sirva de precedente, escarmentar en cabeza ajena. Mientras, el pueblo soberano se lo toma a chufla con memes y vídeos hilarantes.


jueves, 22 de abril de 2021

Querellas en campaña

 


Vuelve un clásico, regresa el delito de odio, esa entelequia que ahora el legislador socialista quiere modificar para que no sea castigado de manera tan severa. Pero como la cabra tira al monte y hasta el rabo todo es toro, la fiscalía del gobierno ha abierto diligencias contra VOX por un cartel electoral en el que se compara lo que cobra como pensión una anciana y lo que cuesta mensualmente el capricho de mantener a esos jóvenes airados llamados menas. Ante ello, y como no podía ser de otra manera, la progresía ha puesto el grito en el cielo incitando así el celo del fiscal de turno. Son los mismos que callaron contra la encerrona que sufrió VOX en Vallecas, o  si hablaron lo hicieron para justificar la tropelía alegando que los de Abascal iban a provocar.

Ya se sabe, cuando el sabio señala la luna, el idiota mira el dedo, en este caso el dedo acusador de la fiscalía de odio. Puestos a mirar, siempre es más cómodo mirar para otro lado y esquivar la cruda realidad. Por desgracia no será posible que los ancianos de este país tengan mejores pensiones, pero sí que el Estado deje se saquear el bolsillo del contribuyente para financiar los delirios de ese buenismo que asola la civilización occidental.

Frente a la judicialización de la política con estúpidas querellas, mejor sería el uso de la pedagogía más elemental por parte de los que provistos de una piel muy fina gritan histéricos cuando se coloca frente a ellos la imagen de la siempre prosaica realidad: que expliquen cómo esos destinatarios de ayudas públicas van a provocar que las pensiones de mañana sean más suculentas. A fin de cuentas, ése es el argumento principal para no retornarlos a sus países de origen. Mientras tanto, que el pueblo soberano siga pagando la fiesta, pero que al menos pueda votar a la opción que considere conveniente degustando los carteles más contundentes en su realismo. Ya no es tiempo para morigerados.


martes, 20 de abril de 2021

Monopolios

 


Anda revolucionado el mundo del fútbol con la presentación de una Superliga europea que acabe de una vez por todas con el monopolio de esa mafia llamada UEFA. Pero la transición no será pacífica, hasta otra mafia, en este caso la Comisión europea, se ha posicionado en contra y amenaza, como es marca de la casa y estilo propio, con sanciones para los clubes que han decidido matar al padre. En el ámbito doméstico, al camarada Sánchez, metido de lleno en su cruzada contra Ayuso, he tenido algo de tiempo para torpedear la propuesta rebelde, y tres de cuartos de lo mismo ocurre con su ministro de cultura y deporte, un tipo que no tiene pinta precisamente de haber dado muchas patadas a un balón.

En el fondo, lo que subyace en toda esta historia es una lucha entre dos concepciones de la actividad económica, pues qué otra cosa es el fútbol sino negocio: la liberal que sólo pretende gestionar su dinero de la mejor forma posible y la socialdemócrata trufada de burocracia y latrocinio que fiel a su tradición busca apropiarse del trabajo y del ingenio de los demás a cambio de unas migajas. Y si impiden jugar con las selecciones nacionales a los jugadores que participen en la Superliga, se pregunta el aficionado patriota a su manera que vibra con mundiales y eurocopas. Quia: siempre quedará Manolo el del bombo para demostrar la grandeza del combinado autonómico.


viernes, 9 de abril de 2021

Comunistas

 



Existe una tendencia perversa en los medios de comunicación que va más allá de la simple y habitual perversión del lenguaje, pues no es otra cosa que una manipulación ideológica que retrata a la perfección el talante del emisor de la expresión. Cualquier acto de violencia de la izquierda-sea de podemitas, proetarras o separatistas catalanes-es automáticamente calificado como fascista. Pero la realidad, además de testaruda, es mucho más prosaica: todos ellos son comunistas, de ello hacen gala y comunista es su violencia. Como muestra un botón: en los incidentes provocados contra el acto de VOX en Vallecas el grito de la turba que desencadena la violencia era a por ellos como en Paracuellos. ¿Cómo era aquello? ¿El abrazo de la Transición? ¿La reconciliación? ¡Fascistas!, ha cantado el centro centrado muy moderado.


miércoles, 7 de abril de 2021

El multipartidismo

 


Como hay campaña electoral, el PP sigue fiel a su tradición de pegarse tiros en el pie, que ya lo resumía Pío Cabanillas con aquello de cuerpo a tierra, que vienen los nuestros, y así su líder Casado dice que el multipartidismo es el peor desastre que ha tenido la democracia española, curioso y optimista balance para cuarenta años de naufragio. Ya dice el Evangelio que hay que predicar con el ejemplo y en su virtud y para clarificar el paisaje debería Casado echarse a un lado y hacer lo posible para que desapareciesen partidos anecdóticos y que quedase la cosa un duelo entre izquierda y derecha, nada del centro centrado muy moderado. En esa línea de desaparición andan los Ciudadanos del mundo con el inefable y melancólico Edmundo.

Pero quizá la torpeza de Casado no sea nada más que una añagaza que camufle, como me indica el amigo Fuga, residente en la capital y siempre ojo avizor ante cualquier conspiración de las élites extractivas, los verdaderos deseos de los guardianes de las esencias del Régimen: que para no depender de VOX y cortar las alas de la intrépida Ayuso se funde una coalición entre PSOE y PP. Ésa y no otra es la idea de la democracia que tiene Casado. Veremos.