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domingo, 29 de marzo de 2015

Molinero oposita a mamporrero



Por Tolerancio

Justo Molinero, Radio Tele Taxi, el de la muñeca chochona, oficia de agradaor o palmero del separatismo en una entrevista radiofónica junto a Oriol Junqueras. Propone en antena, en su matizado catalán pompeyano (de Pompeu), buscando la complicidad del orondo líder del republicanismo aborigen, la comercialización de preservativos tuneados con la banderita estrellada. El chisme en cuestión habría de incorporar un micro-chip que active los colorines en el momento de mayor efusión.

No obstante, la lógica más elemental de la coyunda advierte que el festival lumínico pasaría desapercibido por cuanto el artilugio profiláctico se inventó para culminar el acto intra portas. Dar marcha atrás, disculpen el registro en exceso coloquial, para liarse uno a manotazos, no casa con el desempeño atribuido a un objeto por definición anticonceptivo.

No parece que la ocurrencia sea en el fondo del agrado de Junqueras, más cómodo en las procesiones de Semana Santa, pertrechado con una suerte de báculo, así le vimos, como de nazareno sin capirote, que con esas picardías galantes. Más aún cuando la Cataluña irredenta precisa de más hijos del terruño, futuros combatientes dispuestos a soportar la lucha incesante al menos otros trescientos años, tratándose la argucia erótica de Molinero de un derroche ocioso y estéril de material genético que la Patria no puede permitirse.

Pero la anécdota jocunda sitúa a su lascivo autor en el sitio que le corresponde, mientras saliva abundantemente ante el micrófono imaginando lúbricos acoplamientos y lanza a través de las ondas coplas y sevillanas amaestradas, arsa que toma, que toma y olé. Molinero sabe, por decirlo gráficamente, que su misión es ésa, la del lacayo que ayuda a su señor, con ágiles movimientos, a calzarse el preservativo para tomar a la doncella. En su Cataluña de ensueño, él y los suyos serán palanganeros, eso sí, de librea pero a lunares… funcionarios de la remonta, artistas de la mamporrería, gente menuda, se decía antaño, que, bayeta al hombro, limpiarán, contando chistes y cantando alegres y chispeantes bulerías, las salpicaduras del lupanar.   

viernes, 27 de marzo de 2015

Cuando fuimos campeones




Decía Forrest Gump que tonto es el que hace tonterías, verdad irrefutable de la que en el solar patrio podemos dar fe. Un estudio concluye que el AVE no es rentable, lo que para unos será motivo de escándalo y para otros causa de hilaridad, si bien la lectura más clara, y por ligar el asunto con la velocidad que acompaña a este invento, es que no por mucho madrugar amanece más temprano. Corrían los años de las vacas gordas y se decidió tener más alta velocidad que cualquier país de nuestro entorno, si bien lo único potable ha sido la comunicación entre Madrid y Barcelona, y no por tender puentes con los soberanistas catalanes, que a la vista está el pobre resultado, sino por favorecer los desplazamientos de políticos y tertulianos, una legión a la que se debe hacer la vida más fácil para que así, de rebote, tengamos el resto de mortales digestiones menos pesadas.

El estudio, pues, pone colofón a una época de grato recuerdo, aquella en la que tan cómodos vivimos, encantados de habernos conocido, viajando a trescientos kilómetros por hora, aunque-ese era el precio del progreso- sin poder apreciar el paisaje que dejábamos atrás, pero tanto daba, porque lo importante era llegar lo antes posible a un destino incierto. En cuanto a las repercusiones económicas del fiasco, poco que añadir a lo ya conocido y a lo que siempre nos terminan abonando nuestros queridos keynesianos: obra pública más bien innecesaria para crear unos cuantos empleos temporales. Todo muy viejo.

martes, 24 de marzo de 2015

Poco nuevo



De todas las lecturas posibles que ofrecen las elecciones andaluzas la más clara es la desintegración del partido de Rosa Díez, Díaz según Rajoy, quien con su indolencia habitual lo mismo cambia el nombre a un miembro de la oposición que nombra a un candidato como Moreno Bonilla, ilustre zurupeto de la casta política, remedo de un señorito andaluz que se resiste a desaparecer. UPyD, metáfora de un país que no tiene solución, se  va diluyendo como un azucarillo y viviendo de las rentas cada vez más exiguas de ser un partido con buena prensa y bastantes votos en Madrid, que ya es gracioso que habiendo nacido como respuesta al nacionalismo vasco triunfe sólo en la capital de España.

Por lo demás, queda claro que en Andalucía la vida sigue igual: mandan los de siempre, que ya se acercan a los cuarenta años de gloria sin nadie que moleste, y opositan con fracaso los habituales, si bien esta vez Arenas se libra de perder unas elecciones gracias al dedo de Mariano y a la videncia de Arriola. Pisarán moqueta Ciudadanos y Podemos, quebraderos de cabeza para todos aquellos que alertan de los peligros de una atomización de la escena política a nivel nacional, como si un gobierno con mayoría absoluta fuese garantía de algo que vaya más allá de una subida de impuestos y del reforzamiento de una socialdemocracia al uso. Poco novedad. Como en Andalucía, más o menos.

domingo, 22 de marzo de 2015

Pocas bromas



Tiempo hacía que las gentes de Iguales y Libres no sacaban uno de esos manifiestos que nos marcan el camino a seguir, que nos apartan de cualquier tentación pecaminosa y que, en definitiva, pues de eso se trata, nos garantizan la felicidad al módico precio de ser un poco gregarios. La última de esas homilías ha consistido en una recomendación dirigida a todos aquellos que habitualmente acuden a votar cuando son convocados al efecto: se trata, básicamente, de no caer en el populismo con la excusa de que esa peste pretende acabar con el maravilloso legado de la Transición y del Régimen que de ella emana, última razón de la existencia de esta trama de afectos con forma de manifiesto constante.

Lo mejor, el último párrafo, la reacción que se exige a determinados actores de esta comedia:

La segunda, al Partido Popular, Partido Socialista, Unión Progreso y Democracia y Ciudadanos. Para que negocien estrictamente entre ellos cualquier acuerdo postelectoral a fin de impedir que la contaminación populista erosione letalmente las instituciones y las bases mismas de la democracia española.

Ustedes, que pueden, voten.


jueves, 19 de marzo de 2015

De las altas instituciones



Para el Tribunal Supremo, un órgano que trabaja los días pares de los meses impares, el parlamento catalán es una alta institución del Estado. De poco sirve que ese parlamento haga declaraciones de soberanía, o que el Estado haya desaparecido de facto de esa comunidad autónoma, o que si atendemos a esa altura, ahí es nada, nos venga a la cabeza el sandalio Fernandes como uno de sus faros, o Pujol y su estirpe abroncando a sus señorías en una parodia de comisión de investigación: los excelentísimos ropones han dicho, damos fe y no se hable más. Pero podemos certificar, como colofón al relato de los hechos probados, que más allá de unificar la doctrina, uno de sus cometidos, la máxima instancia judicial aglutina a todos aquellos ilusos que se abonan al más torpe voluntarismo, como el FLA de Montoro: unos con sentencias, otros con dinero. Pura melancolía.

martes, 17 de marzo de 2015

De los estigmas



Por desgracia, en este país hay que echarse a temblar cuando el legislador decide emprender reformas legales de algún calado. Ahora, justo cuando se nos dice que se va a iniciar una lucha sin cuartel contra la corrupción, viene un gobierno con un horizonte nada claro en cuanto a la reelección y nos adelanta que vamos a jugar con los términos, y así, por aquello de no ofender mucho a los presuntos delincuentes, vamos a borrar el palabro imputado y le damos cancha a otros más morigerados y obvios, como investigado y encausado. Ya se aprecia con nitidez que la lucha contra los corruptos será implacable y sin cuartel, de ahí que se imponga suavizar conceptos, no sea que la plebe se eche a la calle buscando la sangre, presuntamente inocente, de los imputados.

Vivan, pues, los investigados primero y los encausados después, que ya dijo aquel Bacigalupo, para salvar el culo de Felipe González en el sumario de los GAL, que eso de imputar era sinónimo de estigmatizar. Y además, y no es baladí y todo gracias a las nuevas tecnologías en manos de gobiernos socialistas, investigados, como Hacienda,  somos todos.

jueves, 12 de marzo de 2015

Odia el delito



A la Policía se le escapa un etarra tras anularse su excarcelación y el ministro del ramo se excusa diciendo que cualquier vigilancia para evitar su fuga habría sido ilegal. ¡Albricias! Nada igual se veía-con permiso de ni admirado Iker Jiménez-desde que el hombre llegó a la Luna. Así que ya lo sabemos, según este sujeto vigilar a alguien de manera preventiva es una ilegalidad. Y qué ilegalidad, se pregunta el respetable. Pues no lo ha dicho, que Fernández, hombre al que se le aparece la Virgen, es muy dado a los misterios. 

Y estas gentes, en coautoría con otros tal vez peores que ellos, han parido un pacto para luchar contra el yihadismo. Visto así, y si ésta es costumbre inveterada en nuestras fuerzas de seguridad, hay que creer a Pepe Bono cuando sobre el 11-M dice que el CNI alertó tres días antes al gobierno de turno sobre la seria posibilidad de un atentado yihadista. Tres días: imposible conseguir autorización judicial para detener a nadie sin más indicio que el olfato de los espías. Y sin esa autorización, ya se sabe, tenemos una ilegalidad. La Virgen. 


martes, 10 de marzo de 2015

La equidistancia



Margallo en Rusia

Allí se fue el ministro Margallo,  a la madre patria rusa a rendir homenaje a los españoles que dieron su vida y hacienda en el bando soviético en su lucha contra el nazismo, que es lo mismo que aplaudir a los que todo ofrecieron porque la bota comunista aplastase a media Europa durante cincuenta años. Es la diplomacia. Y la equidistancia de aquellos que anteponen complejos a principios. 

domingo, 8 de marzo de 2015

De la fetidez



El tópico de que la vejez es fuente de sabiduría tiene notables excepciones, siendo una de las más notables la del académico Ansón,o Anson, un hombre que chochea hasta la obscenidad. Su última fechoría es un artículo que causa vergüenza ajena y que un medio serio jamás hubiese publicado salvo en la sección de humor, pero Casimiro tiene estas dobleces, legadas por el anterior director. Bien mirado, tampoco extraña que un tipo como Ansón, o Anson, que no tuvo reparo en otorgar a Pujol el título de español del año hace treinta años, acuda ahora a dar una sesión de baño y masaje a uno de los tipos que mejor encarna la podredumbre del Régimen. 

Muchas cosas se podrían decir de esta pieza, incluso en domingo, pero sería una tarea interminable, tediosa por lo que tiene de lugares comunes-gobernabilidad, hombres de Estado, ¡servicios a España de Jordi Pujol!-y repugnante por lo hediondo del autor y su prosa. Pero algo positivo tienen para mí los textos de Ansón, o Anson, por ese aroma que desprenden: me rejuvenecen una barbaridad, me llevan de nuevo a esos imborrables años de la infancia, cuando salíamos del colegio con ganas de enredar y comprábamos aquellas bombas fétidas que tanto juego daban, que tanto escándalo provocaban. Allá por el año 78, más o menos. 

jueves, 5 de marzo de 2015

La estética catalana



Hace ya un tiempo, coincidiendo con aquella comparecencia de Rodrigo Rato en el Parlement, escribí que esa castaña del contrato social no era otra cosa que ver cómo el ágrafo sandalio Fernández podía amenazar en plan chulesco desde la impunidad/inmunidad que otorga el acta de diputado. Estos días infames de absurdas comisiones nos han brindado la oportunidad de volver a verlo en acción, en esta ocasión haciendo las veces de edecán del clan de los Pujol y luciendo esa estética de fontanero que tanto lo aleja del sueño Alcampo de Podemos. Pero el servilismo del cupero Fernández, una tara que años atrás le obligaba a ejercer de chófer de Arnaldo Otegui, es metáfora y hecho diferencial de una Cataluña que sólo ha derribado estatuas de Pujol cuando el hedor era ya insoportable, para luego permitir que el prohombre corrupto los chulease allí donde reside, dicen, la soberanía popular. Y es que por estos pagos, ética y estética van siempre de la mano. 

martes, 3 de marzo de 2015

Para morirse



Por motivos profesionales debo acudir con frecuencia a realizar ingresos de efectivo en distintas entidades bancarias, lo que no deja de resultar un engorro por el tiempo que se pierde en unas colas cada vez más largas,  pues los bancos han decidido que todas las operaciones de ventanilla sean atendidas por un único empleado, mientras una legión de compañeros-gestores de clientes se hacen llamar-ocupan unas bonitas mesas y no atienden a nadie. Pero es el precio que hay que pagar por no hacer cómodas transferencias virtuales que-oh, sorpresa-te chupan una buena comisión.

Hasta ahora el engorro salía gratis, pero el otro día descubrí que el banco más importante de este país cobra tres euros por detallar, en un ingreso en ventanilla, no sólo el concepto sino también ¡el nombre y apellido del ordenante! Bendito país, tan enamorado del intervencionismo más obsceno y permitiendo estos latrocinios a plena luz del día. Ay, Señor, llévame pronto, que diría un castizo. Dan ganas de dar unos cuantos palos, reírse de todos y desaparecer haciéndose el muerto, como hizo, eso asegura la conspiranoia nacional, Don Jesús Gil. Y no parece broma: vean el vídeo grabado unos días atrás. Villar preguntando qué tal el padre y el hijo asegurando que bien, bien. Para morirse. 

domingo, 1 de marzo de 2015

Sin sorpresas



Estaba cantado que el juez Vidal tendría una sanción por su redacción de la Constitución catalana, de ahí que el hombre afirme que se pasa a la política sin decir si va a recurrir o no esa decisión.Curiosamente, esa suspensión por tres años llega casi al mismo tiempo que el Tribunal Constitucional sentencia lo obvio, que aquella consulta no se ajustaba a la carta magna. Un idiota nos diría que todo esto demuestra que las instituciones funcionan, mientras que un turiferario del gobierno y su partido nos aseguraría, no sin cinismo, que ello es la evidencia de la firmeza de Mariano y sus gentes frente al desafío separatista, no en vano son ellos los que han puesto al frente de ese tribunal y del Consejo General del Poder Judicial a gentes de su cuerda. Sólo el escéptico se encoge de hombros a la espera del siguiente acto de esta comedia mientras evoca la justicia poética de la sanción: el juez Vidal se va de la carrera judicial como entró, a dedo.