TWITTER

lunes, 28 de febrero de 2011

Una de cal...


Justo cuando el gobierno de Artur Mas planeaba subir el límite de velocidad en autopistas y autovías a 130 Km por hora, llega Rubalcaba y dice que nones, que por exigencias de política internacional la cosa baja a 110. Cierto es que la propuesta catalana parecía ir más allá de sus propias competencias, pero también es notorio que por estos pagos la carta magna pinta más bien poco, y a su máximo intérprete, si es menester, se le monta una manifestación de un millón de fulanos.

Ahora que al amparo de las revueltas moriscas la intelligentsia más nacionalista entonaba un eufórico yes, we can por la vía pacífica y protestona, estudios sociológicos indican que menguan los catalanes partidarios de un estado propio, o lo que es lo mismo, que autonomistas, federalistas y españolazos suman cuatro o cinco millones. Mutatis mutandi, y ante una extravagante declaración de independencia desde el balcón de Sant Jaume, tendríamos una especie de 23-F: todos en casa esperando la llegada de una autoridad-militar o civil sería lo de menos-competente y contundente.

Por fortuna siempre habrá alguien que de forma más o menos desinteresada contribuya al mantenimiento de la ficción, así que el incombustible conde de Godó anuncia la aparición de una edición catalana del diario más conservador de Occidente, lo que sin duda confirmará lo evidente: que en su lengua materna Monzó y Rahola son tan vacuos como en la del invasor.

miércoles, 23 de febrero de 2011

23-F




Pocos días después, una manifestación mágica se desarrolló por las calles de Madrid, para intentar escurrir el bulto y lavar miedos. Se manifestaban todos, líderes políticos y sindicales, ciudadanos anónimos, asociaciones de vecinos, mujeres liberadas, todos los que se habían escondido debajo de la cama, contra un golpe que el Rey y la mayoría del Ejército habían hecho abortar sin su participación.

Carlos Semprún Maura, El exilio fue una fiesta, Planeta 1.998.

Treinta años de aquel golpe, del tejerazo, de uno de los secretos mejor guardados. Mucho se ha escrito y a buen seguro se escribirá, pero por encima de sesudos estudios sobre el tema, de conjeturas sobre la implicación del monarca y gobiernos de concentración, o de ladrillos-Cercas-que tanto aburren y nada aclaran, me quedo con la sencilla opinión de un adorable gamberro como Carlos Semprún: todos debajo de la cama.

lunes, 21 de febrero de 2011

Formación




Sabemos que la caja de la administración catalana está sin un euro, lo que necesariamente debe traducirse en recortes drásticos y políticas de austeridad que supriman todo aquello que resulte superfluo, inane. Pero este posible recorte llega al corazón, y cual afilado estilete lo parte en dos pedazos.

En tiempos tan duros como los actuales, cuando los jóvenes de este país deben contemplar la posibilidad de emigrar al extranjero como única forma de sobrevivir con una cierta dignidad, medidas como la indicada, que merman la adecuada formación de nuestros estudiantes, no parecen las más adecuadas para hacer frente a un futuro que se presenta negro, muy negro. Mas, no los humilles.

domingo, 20 de febrero de 2011

Dominó




Como un efecto dominó, cual marea imparable, las revueltas se extienden, una tras otra, más y más. Próxima ficha, Cataluña.

viernes, 18 de febrero de 2011

Ausencia


Con un cierto mosqueo y notable inquietud, con algo muy parecido a una más que punzante nostalgia, llevo ya bastantes días ojeando las páginas del diario ABC en una búsqueda, la del artículo habitual de mi admirado Ignacio Ruiz Quintano, que resulta infructuosa. El vitriólico columnista, definido así por Juan Manuel de Prada, ha desaparecido sin mayor explicación, o al menos, si la hubiere, me ha pasado desapercibida, por lo que, víctima del desasosiego, es posible que me esté precipitando.

En todo caso, y siguiendo el rastro inconfundible de su bilis, de la amargura de su incorrección política y del sarcasmo al servicio de la actualidad, acudo a su magnífico y dinámico blog, Salmonetes ya no nos quedan, y hallo diseminados artículos suyos de hace veinte o más años años sacados de la hemeroteca del diario de toda su vida, lo que constituye-insisto en que puedo estar en fuera de juego, quizá el hombre esté de vacaciones-un negro presagio, la confirmación de lo inevitable, aunque a modo de consuelo me digo que podemos estar, ojalá radique ahí la exhibición del archivo, ante un sencillo y emotivo homenaje que el autor se rinde a sí mismo y del que nos hace partícipes a su legión de seguidores . Si se trata de un adiós, y desconociendo los motivos, no queda más que el amargo lamento, pero también el monumental cabreo: salvando un par de firmas realmente ácidas y comprometidas, siguen en esa magnífica tribuna los melifluos de siempre.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Profecía



El desembarco, cuyo título original es El campamento de los Santos, es una novela que ha resultado profética y que fue escrita a principios de los años setenta por Jean Raspail. ¿Por qué profética? La respuesta está en la trama, extravagante en el fondo pero sencilla en la forma: ¿qué ocurriría si un millón de hambrientos indios llegasen a las costas europeas y lo hiciesen a la vez, bien apretados en una grotesca y oxidada flota de un centenar de barcos y dispuestos a conquistar por las buenas o las malas el bienestar de Occidente?

Quizá la respuesta, y de ahí la inspiración del autor para el título, se encuentre en un expresivo fragmento del Apocalipsis citado en la obra: Cuando se hubieran acabado los mil años, será Satanás soltado de su prisión, y saldrá a extraviar a las naciones que moran en los cuatro ángulos de la Tierra, a Gog y a Magog, y reunirlos para la guerra, cuyo ejército será como las arenas del mar. Subirán sobre la anchura de la Tierra y cercarán el campamento de los santos y la ciudad amada.

Con un ritmo trepidante y en diferentes escenarios, asistimos a la narración de unos hechos que no dejan indiferente a nadie, ni al lector, ni a los protagonistas ni a los millones de personas que presencian, vía radio y televisión, al avance imparable de esa flota que aglutina a los desheredados de la Tierra. Se avecina un nuevo orden que no es otra cosa que el final de una civilización que contempla impotente una muerte, la propia, más que anunciada. Solamente unos pocos plantan cara: es la desigual batalla entre esos hambrientos y aquellos que no quieren repudiar su herencia milenaria ni tampoco dilapidarla. Pero es para estos pocos resistentes una batalla perdida desde el principio, pues los propagandistas de la llegada de esa Bestia, apóstoles de un humanitarismo imbécil y un multiculturalismo irracional, se han encargado de vaciar las conciencias, por lo que el desembarco encuentra muchos más adeptos de los esperados, incluso entre unas fuerzas armadas que, si no huyen en desbandada, también terminan abrazando a los recién llegados como hermanos de sangre que necesitan ayuda. Los inmigrantes ya instalados e integrados en el país desde hace años se rebelan contra sus viejos patronos, las cárceles son asaltadas y los presos liberados se unen a una orgía devastadora que no se detiene ante nada ni ante nadie. Es el final de la legalidad.

Un caos, en fin, que se apodera de todo y firma la sentencia de muerte de una civilización y una cultura, de toda una identidad que parecía bien consolidada, porque eso-y no una absurda superioridad de los blancos, como dirían los detractores del autor y su obra-es lo que se pierde para siempre y lo que magistralmente refleja Raspail en una novela que se adelanta treinta años a unos acontecimientos que ya, y por desgracia, no tienen nada de ficción.

lunes, 14 de febrero de 2011

La que fue




Para María.

Pero tengo , mientras sigo bajando hacia la plaza de Cataluña, con la última luz de la tarde en las hojas de los plátanos, una sensación extraña, contradictoria, de ritmo y melancolía, de prisa y de pena. Es quizás la primera vez que la siento, pero va a acompañar como una banda musical los años venideros. Tal vez fuera una sensación de dèjá vu, una de esas premoniciones de pasado en el futuro o viceversa. Algo así como el resumen de un libro que apenas empezamos a leer. O la impresión de que mi futuro iba a discurrir por esas vías paralelas: una convicción de urgencia y una sensación de pérdida.

La ciudad que fue, Barcelona años 70. Federico Jiménez Losantos. Temas de Hoy. 2007

Quizá fue en esa misma ruta, o tal vez durante un itinerario diferente, tanto da, porque la sensación de pérdida, de absoluta desaparición, me acompaña desde hace tiempo en los diferentes recorridos por una ciudad que ya no me pertenece, que nada me dice, y de la que siempre voy huyendo en cuanto pongo los pies en ella, y cuyas calles, plazas y travesías me resultan francamente extrañas, desconocidas pese al tiempo dejado en su asfalto. Ahora, aunque mucho antes ya lo presentía, es cuando veo y siento con claridad aquello que fue, lo que de ella quedó.


sábado, 12 de febrero de 2011

Fachas



Enrique Sopena: Hay que frenar al facherío. Eso sí, siempre por la vía legal y pacífica.

viernes, 11 de febrero de 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

Virtud




Por boca de un expresidente del Barcelona hemos conocido el primer sueldo de Mourinho en Expaña: diez mil pesetillas al mes. Mérito notable del portugués sobrevivir con esa cantidad en una ciudad tan cara y poco amable, ejercicio soberbio de un virtuosismo que incluso le permitió ahorrar un dinerillo para comprar libretas y bolígrafos, todo con el desinteresado afán por ilustrar a un petardo como Robson. Ay, si Zetaparo leyese un poco la prensa: qué buen ejemplo el de Mou para echar de la Moncloa, y por la puerta de servicio, a un pedigüeño y manirroto Artur Mas, no sin antes mostrarle una libreta con las deudas vencidas, los compromisos impagados, los vicios inconfesables...


miércoles, 9 de febrero de 2011

Chupópteros


Las autoridades de tráfico me han multado varias veces, siempre por correr un poco más de la cuenta, y hasta un par de puntos llegó a birlarme uno de esos radares traidores que inundan las carreteras españolas. Son cosas que ocurren y por las que en la mayoría de los casos no merece la pena pleitear, ya sea por el descuento que tiene el pronto pago, por lo que siempre, salvo que ande en juego la posible prescripción de la infracción, he soslayado ese estúpido trámite de alegaciones que da inicio al intento de obtener algo de justicia.

Viene a cuento esta pequeña confesión de pecador de la velocidad por la noticia que saltó a los medios hace unos días y que no tiene desperdicio. No entraré en aquello que ya se ha dicho por activa y pasiva sobre el mal gusto de la subdirectora, su zafiedad y, cómo no , el uso de unas expresiones que simbolizan el triunfo absoluto de esa lacra llamada igualdad de género: todas tienen cojones y parten culos. No podrán conducir por nosotros, y ni falta que hace, como recordó Aznar a un Pere Navarro que ni carné de conducir tiene. Pero sí que me servirá la anécdota para rellenar cuartillas la próxima vez que en un despiste me cace la máquina: realizaré hermosas alegaciones que culminarán, mediante otrosí digo, con la noble expresión chupadme un huevo, mamonas.

martes, 8 de febrero de 2011

Culebrón




Ya tenemos el culebrón de la próxima primavera: elecciones, Batasuna, viejo partido con nuevos estatutos, verborrea para condenar...Hay que ponerse en lo peor. Algunos socialistas, de la mano de tertulianos de la secta, andan ya de fiesta, pero lo más importante es que Fredo ha hablado: la credibilidad de Batasuna es la que es; la Fiscalía General y la Abogacía del Estado estudiarán los estatutos y la ilegalización corresponde a los jueces. Pues eso: bien envuelto, un lazo rojo y adelante.

lunes, 7 de febrero de 2011

Persecución




Ayer domingo, día hábil como cualquier otro para la propaganda, Pravda se descolgó con un anticipo de lo que será la película/documental/entrevista/felación que una tal Coixet realiza sobre/con/a Baltasar Garzón, con la grabadora y la fregona a cargo del estólido Manoliño Rivas. Explosivo, advierte el titular. Resulta impúdico y asqueroso glosar una guarrada-guarrerida expañola, diría mi amado Chiquito de la Calzada-que está a disposición de todo el mundo, pero no me resisto a traer una de las perlas con los que se adorna la cosa: el pobre Baltasar anda suspendido cautelarmente a la espera de un juicio que ¡¡¡nunca llega!!! Que le pregunten a su letrado, veterano ropón de la audiencia nacional, que no tiene reparo en usar todas las artimañas legales a su alcance para alargar el proceso, o la sentada de su patrocinado en el banquillo de los acusados. Asco infinito, enorme arcada, como las fotografías del campeador con las que nos obsequia el diario global.


domingo, 6 de febrero de 2011

Pedagogía




Resulta que la delegación del gobierno en Cataluña ha prohibido el homenaje que una organización político-cultural pensaba rendir a 120 soldados catalanes que murieron en la localidad de La Gleva en el año 1.714, una más de las batallas de la Guerra de Sucesión Española. El motivo: que no es una fiesta tradicional catalana reconocida.

Al margen del carácter nacionalista que tendría un acto pirotécnico, disparar salvas de trabuco, se equivoca la autoridad gubernativa al prohibir el evento, o carece de manga ancha, mano izquierda y conocimientos históricos, pues frente al retorcimiento y manipulación de la historia por parte de los de siempre debe hacerse todo lo contrario: promocionar por todo lo alto la fiesta y aprovechar para ejercer una sencilla pedagogía que a más de un pardillo dejaría boquiabierto. Así, nada más adecuado y culto que acompañar la pertinente autorización administrativa con la arenga que a las tropas sitiadas dirigió Rafael-de-Casanova aquel 11 de septiembre de 1.714:

Señores, hijos y hermanos: hoy es el día que se han de acordar del valor y gloriosas acciones que en todos tiempos ha ejecutado nuestra nación. No diga la malicia o la envidia que no somos dignas de ser catalanes y hijos legítimos de nuestros mayores. Por nosotros y por la nación española peleamos. Hoy es el día de morir o vencer. Y no será la primera vez que con gloria inmortal fuera poblada de nuevo esta ciudad defendiendo su rey, la fe de su religión y sus privilegios.

sábado, 5 de febrero de 2011

Estabilidad




Dejen sitio al ropón Ruz, hombre ponderado que con sus resoluciones también desea contribuir a la estabilidad de lo que queda de esto, con razón o sin ella.

viernes, 4 de febrero de 2011

Ay, Caldera



Un inmigrante-ardor guerrero-intenta saltar la valla que separa Ceuta de Marruecos ¡¡para volver a su país!! Mientras, en una Cataluña que carece de liquidez y solvencia, un marroquí pretende quemarse a lo bonzo como medida de presión para recuperar uno de esos subsidios zapateriles que se financian con bonos basura. Dos estampas bien diferentes del desmadre patrio, del final de un sueño español que nunca fue tal, con el denominador común de la depresión, el aburrimiento y también, last but not least, la clarividencia más cruda, esa que no espera ya ninguna oleada de brotes verdes. Secuelas evidentes del efecto, o desafecto, Caldera.

jueves, 3 de febrero de 2011

Medidas de choque




Alto estaba el listón de propuestas para hacer frente a la crisis, pero la última del bellotero Rodríguez Ibarra supera todas las expectativas de cachondeo general: sostiene el extremeño que cada español debería trabajar una hora más al día sin cobrar un euro, acabando el importe de ese minisalario, junto con la cotización social del empresario, en las arcas del estado. Nada parecido se veía desde que una zalamera Lola Flores pedía una peseta a cada compatriota para liquidar sus marrones con hacienda. Ahora que todo parece acabar, justo cuando suenan las trompetas de este Apocalipsis amariconado, siento una extraña melancolía, una nostalgia anticipada por la desaparición de toda una serie interminable de fulanos obscenos y desvergonzados hasta la médula. Lástima.


miércoles, 2 de febrero de 2011

Semana negra




Coincidiendo con la sexta edición del festival de novela negra de la ciudad, y acompañado de estólidos personajes de este género tan real, como novelistas, fiscales y periodistas, llega a Barcelona como estrella invitada el gran, ubicuo y polifacético Baltasar. Curiosidades del destino, y con la investigación del Caso Faisán a punto de caramelo, puede ser para algunos, por acción u omisión pero siempre con dolo, una auténtica Semana Negra. Disfruten.

martes, 1 de febrero de 2011

Incompetencias


Justo cuando Aznar, en su lucha desinteresada contra las fuerzas centrífugas que azotan lo que queda de aquello, reclama menos competencias de la periferia, más unificación y uniformidad, el Madrid estrena el ansiado nueve palmando frente a un candidato al descenso con entrenador de la casa blanca. Y es que el club más laureado de la historia, como esta Expaña que tanto excita el celo de un pletórico José María, necesita una refundación: demasiados entes con grandes competencias y mucho despilfarro. Presidente, director deportivo, entrenador y masajista hacen la guerra por su cuenta sin ajustarse al más mínimo guión, porque las pautas, si las hubo alguna vez, quedaron en la libreta mágica de un melancólico Mourinho, y ahora, de la noche a la mañana, desde que el luso se dedica a pelearse con árbitros, rivales, periodistas y directivos varios, aquellas cuartillas misteriosas han desaparecido y dejado paso a la más absoluta improvisación, mal endémico que nadie parece dispuesto a curar. Muchos vieron en Mou una fuerza centrípeta, un aglutinador de voluntades hacia un destino común, cuando lo único claro, indiscutido e indiscutible, es que con poca gracia y menos acierto dirige una banda que le hicieron a su medida, antojo y voluntad.