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martes, 28 de junio de 2022

Rectificaciones

 


Un juez de Orense ha accedido a que un menor de edad, ocho años cuenta en la actualidad, pueda cambiar de sexo, de niña a niño, de mujer a hombre. Rectificación registral del sexo, se llama la cosa. Parece ser que el ahora niño ya lucía el nombre de Alejandro desde que tenía cinco años, así que Su Señoría, tras entrevistarse con el menor, ha autorizado ese cambio de sexo porque lo ve con la suficiente madurez para tomar tan trascendental decisión. Eso, y que actúa siempre como un varón y que además saca muy buenas notas, luego no es un viva la vida ni apunta maneras de nini.

Ha querido el destino que la resolución judicial coincida en el tiempo con la aprobación por el consejo de ministros del proyecto de Ley Trans, artefacto que dará momentos de gloria con su aplicación práctica: véase algo tan básico como eso de compartir vestuarios en gimnasios y piscinas, o la participación en competiciones deportivas, por no hablar de idas y venidas en esto de cambiar de sexo, que no todos y todas y todes van a ser tan maduros/as/es como el ahora niño de Orense.

A título anecdótico, diremos que en su preceptivo informe el Consejo General del Poder Judicial señala que ese proyecto de ley incurre en excesos y discrimina a las mujeres. Entiéndase, que discrimina a las mujeres no transexuales, algo que también creen las asociaciones feministas. En fin, nunca llueve a gusto de todos/as/es.


lunes, 20 de junio de 2022

Noche de moderación

 


Anoche, por puro morbo, seguí en la Secta durante un rato, tampoco es cuestión de abusar con lo dañino, los resultados de la jornada electoral andaluza. A todos los tertulianos sin excepción se les notaba desconcertados: no tanto por la mayoría absoluta del PP, que entraba dentro de lo normal, sino porque VOX había pinchado y ya no podía llamar a la puerta de Moreno Bonilla para un gobierno de coalición, siempre con el permiso de Feijóo. Se fastidió el aquelarre que tenían preparado: otra vez será.

Sí que hubo un par de cosas curiosas. Un tal Pablo Montesinos, diputado que se fue a esparragar con Pablo Casado, no sabía decir otra cosa que moderación, que aquello era el triunfo de políticas moderadas, que es lo que España necesita, centro centrado muy moderado. Era un dardo con doble destinatario: VOX, obviamente, y Díaz Ayuso, responsable  más o menos directa de la defenestración de Casado y Montesinos. Pero lo mejor fue lo de una tal Angélica Rubio, directora, ahí es nada, de El Plural, quien justificó el mal resultado de VOX por la sencilla razón de que los potenciales votantes de esa formación de extrema derecha habían preferido votar al PP porque ¡la extrema derecha siempre estuvo en el PP! Acabáramos. Moreno Bonilla captando a los ultras que nunca votarán  a VOX. Nadie le respondió, ni siquiera para decirle a la señora que quizá el PP se había llevado todos los votos que antaño acabaron en Ciudadanos. Que la aritmética no chafe un buen titular. Por cierto, y a cuenta de Ciudadanos, impresionante Juan Marín, un trasunto de Joe Rígoli, diciendo que daba por bueno perder 21 escaños si con eso VOX no entraba en el gobierno de Andalucía. Que se joda el sargento, que no como rancho.

Tras eso, desconecté la televisión, no sin antes pasar cinco minutos por el canal de los obispos y comprobar que el talante de los tertulianos era muy similar a los de la Secta. Si esto no es una gran coalición, mucho se parece.


miércoles, 15 de junio de 2022

El cuñadismo

 


Obama se dio una vuelta por Málaga en plena ola de calor y, obviamente, habló del cambio climático. Hablar es un decir, pues en verdad lo que hizo fue pasar por caja, que a dos mil pavos la entrada da la cosa para mucho, y parece ser que fueron mil los asistentes a esta suerte de misa laica en la que faltó Greta Majareta llenando el vaso de agua del ex presidente americano. Cuenta un medio digital que un político asistente al evento lamentaba el precio pagado para escuchar lo mismo que diría su cuñando en la cena de Nochevieja. He ahí la esencia del mundo que nos devora, mucho ruido y pocas nueces, charlitas que son como esos menús de alta cocina que te dejan el estómago tan vacío como la cartera.

Eso sí, tras citar a Putin como exponente de una extrema derecha que intenta destrozar un maravilloso consenso, Obama reivindicó un capitalismo inclusivo que no se sabe muy bien qué es pero que suena divinamente y que parece ideado en comandita por Gates, Soros y Bergoglio: quizá este último nos obsequie con una encíclica que resuma este concepto y que unifique doctrina. Mientras tanto, y a modo de consuelo, pensemos los descreídos que hoy se pone a la venta la última obra de Michel Houellebecq, Aniquilación. No está mal el título.

 

viernes, 10 de junio de 2022

Ecolojetas

 


Los sátrapas de Bruselas han decidido que a partir de 2035 ya no podrán venderse coches de combustión. Presumimos-la declaración solemnemente aprobada habla de vehículos-que la norma también afectará a las motocicletas, pues resultaría decepcionante que unos individuos tan preocupados por la igualdad tolerasen tamaña discriminación. Si tenemos en cuenta que pocos, especialmente en España, podrán comprarse un maravilloso Tesla o similar, llegamos a la conclusión de que el personal se moverá en bicicleta o monopatín. Otra opción es que unos cuantos compren un coche eléctrico y se lo repartan por turnos, como esos apartamentos en la playa. Descartemos que sea para acudir al trabajo, pues todo el mundo teletrabajará.

Parece que poco a poco Greta majareta y sus ecolojetas van alcanzado sus objetivos, que no son otros que joder la vida al común de los mortales, y para ello cuentan con el apoyo incondicional de los sacamantecas de Bruselas, especialistas en el consejos vendo que para mí no tengo, como la tía de la laca, Ursula von der Leyen, que no tiene reparo en aconsejar a la gente que no tenga hijos, si acaso uno como mucho, y ella tiene siete, ahí es nada. Decía Greta majareta, que este perverso y contaminante sistema le había robado su infancia: al menos le dejará un bonito coche eléctrico. Menos da una piedra. Excepto una de cobalto.


miércoles, 8 de junio de 2022

El Senado y el pueblo español

 


Lo de ayer de Feijóo en el Senado es la prueba de que el Régimen del 78 goza de buena salud y que se retroalimenta de manera natural y efectiva. Feijóo no es diputado en el Congreso y no puede dar la brasa al camarada Sánchez en esas tediosas sesiones de control pero puede ser elegido senador por designación autonómica-los taifas, otra pata de banco del Régimen-para saludar al presidente del gobierno, tenderle la mano de la concordia y hacerle alguna preguntilla sobre la inflación desbocada, pero sin ofender mucho, que el gallego no viene con el tono bronco de Casado. Pero el camarada Sánchez va a lo suyo y le pregunta qué hay de lo nuestro, ese reparto de la Justicia que tenemos bloqueado. Pues ya se hará, eso está escrito.

Y luego dicen que el Senado no sirve para nada. Ilusos.


jueves, 2 de junio de 2022

La inquisidora

 


La ministra de Justicia, que es juez de carrera, se ha mostrado contraria a que exista una web como Onlyfans, una plataforma de contenido erótico donde mujeres ofrecen aquellas imágenes o vídeos que consideran convenientes, a cambio de un precio cierto, obviamente. La ministra, cuyo currículum nos indica que es especialista en violencia de género, alerta a esas mujeres sobre los riesgos de esa actividad, pues pueden ser víctimas de esas mafias que se dedican a la trata de blancas, o de negras.

Ahora que el gobierno se ha metido de lleno en la lucha contra la prostitución, proponiendo incluso prohibir la producción de películas pornográficas o la edición de revistas eróticas, viene la ministra como avanzadilla y nos alerta de los riesgos que asumen las mujeres que muestran su cuerpo en Internet. Como dice el genial tuitero navarro Javier Ancín, parece que las mujeres sólo son dueñas de su cuerpo para abortar, aunque sean menores de edad y lo hagan a espaldas de sus padres, añadimos nosotros. Si esto no es un inquisidor, mucho se parece. Qué mal lo tuvo que pasar la ministra del ramo en sus años de juez ejerciendo en el orden penal, donde rige el principio acusatorio. Que siga en la política.