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miércoles, 12 de febrero de 2014

Más caro que un hijo tonto



Al final, como era de esperar, la sangre no llegó al río: ningún diputado popular votó por la retirada de la ley del aborto. No nos detendremos en el alborozo desatado entre las huestes del gobierno tras el resultado de la votación, pues no deja de ser la consecuencia del prietas las filas que impera en la partitocracia española. Lo que preocupa en esta espinosa y visceral cuestión es que si uno escucha los argumentos expuestos por los partidarios de la ley Gallardón, al margen de consideraciones éticas, biológicas y jurídicas sobre un nasciturus que poco importa ya que venga de cara o de culo, llega a la penosa conclusión de que finalmente será el sufrido contribuyente el que acabará pagando este parto de la burra. No de otra manera puede entenderse esa promesa de que se prestará más ayuda a las madres que decidan tirar adelante con su embarazo: más dinero, más impuestos. Mutatis mutandi, cuando oigo pronunciar la palabra ayudas a las madres irresponsables, corro a esconder mi cartera.

Y es que no queda espacio para la duda: la cara de felicidad de los próceres populares es la alegría de la casta extractiva ante un nuevo e inminente sablazo a esa especie en vías de extinción que es la clase media española, una criatura a la que nadie brinda protección.

3 comentarios:

Señor Ogro. dijo...

Peperadas aparte, el debate del aborto es complicado.

Decir que la gente con discapacidades debe ser apoyada y tal, es guay; pero mantener a la vez, "que viene mongolo!!, abortalo!", es algo contradictorio, y que esta sociedad debería aclarar consigo misma.

Apoyar a las madres economicamente, que fundamentalmente abortan por miedo economico, creo seria de las pocas inversiones del erario que veria justificadas y con sentido. Para eso, no me importa pagar impuestos.

Pero como digo, toido esto es muy complicado, peperadas aparte.

Reinhard dijo...

Mi opinión es que la capacidad de sangrado del contribuyente ya no da más de sí. Y como esta casta no recortará de otros sitios, acabarían pagando los de siempre.

El aborto es un tema que nunca me ha interesado ni preocupado, pero me subleva que este gomierdo se centre en sacar adelante esta promesa electoral y no otras. Al margen de una cortina de humo, es una tomadura de pelo a todo español, y no sólo a sus votantes, entre los que no creo que haya muchos preocupados por esta cuestión.

Aitor Mento dijo...

Completamente de acuerdo con don Reinhard.

Y yo añadiré que la primera ley que promulgó el PSOE, la de los supuestos, contaba con el apoyo de la mayoría de la sociedad, y había un consenso sobre ella.