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miércoles, 16 de marzo de 2011

Reponer el futuro




Todo parece indicar que las fuerzas de progreso han alcanzado sus últimos objetivos sociales: la actual generación de jóvenes será la primera que viva peor que sus padres. Hace unos años, y no muchos, los jóvenes lamentaban no poder independizarse por la carestía de la vivienda, pero al menos la manduca estaba garantizada de una forma u otra, con mayor o menor precariedad, en lo público o lo privado. Más tarde aquello se pudo reconducir un poco con créditos hipotecarios amortizables a lo largo de toda una vida, si bien esta crisis ha cerrado la farsa y ahora, mediante subastas poco concurridas, se procede poco a poco a devolver el producto a los que siempre fueron sus legítimos dueños.

A la vista de un panorama tan poco gracioso, poco importa si la edad de jubilación se alarga, o si directamente quiebra un sistema que nunca fue muy justo, porque el futuro ha dejado de existir, o en cualquier caso habrá que reinventarlo; así, con estos mimbres, el doctorado que eche un currículum para reponer productos en un supermercado deberá recordar las palabras del amo de Mercadona y señor de la distribución: este año será bueno comparado con el próximo.

4 comentarios:

Manuel dijo...

Por los años 80 había una frase que circulaba entre los jóvenes progres que decía lo siguiente : “Vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos”, y que resume muy bien la filosofía del estado del bienestar, y la educación que han recibido, pues bien, ahora se van a encontrar con la otra cara de la moneda, el estado del bienestar se ha terminado y ahora vas a tener que trabajar para el estado, porque tal como esta el panorama, con unos niveles de desempleo alarmantes, un trabajo de lo mas precario, y escasas oportunidades, todos esos que se han estado en casa haciendo que estudiaban, pidiendo dinero a los padres, y sin expectativas de futuro a la vista, ahora se dan cuenta que con treinta años bien entrados, siguen ocupando el mismo cuarto en casa de sus padres, y si han tenido suerte de terminar los estudios, a lo mejor ocuparan un trabajo de reponedor de unos grandes almacenes o vendedor de telemarketing, y claro, esta situación no creo que sea muy boyante como para tratar de emanciparse, buscándose una habitación con derecho a cocina con otros amiguetes, y no digamos un apartamento pequeño; se creían que el mana venia del cielo, hasta que la vida y los políticos les han abierto los ojos. Bienvenidos al mundo real.
Un saludo

Reinhard dijo...

El sistema ha quebrado con tremenda virulencia y las listas del Inem ya no distinguen entre graduados escolares, o Esos, y licenciados. En circunstancias normales sería un sálvese quien pueda, una selva, pero por estos lares ya nada es normal.

¿Una revolución? Quia! Todavía votarán a la izquierda...

Saludos.

tolerancio dijo...

El desempleo desbocado, la falta de expectativas, pérdida de confianza en instituciones y modo producticvo, la devaluación académica de escolares y de la titulación superior, más el aborregamiento intensivo del paisanaje, influenciable a través de los mass media, no son necesariamente efectos no deseados y extraños entre si, sino hitos obligatorios para la refundación de una nueva Humanidad, completamente zombizada al gusto progre y zapatoide: la nueva aurora socialista.

Otra cosa es que algún revés electoral retrase sus planes, ya se verá...

Jabato dijo...

Antaño se decía aquello de sales más caro que un hijo tonto; hoy, por desgracia, al padre le da igual que el hijo sea tonto o listo, pues deberá mantenerlo sine die.