El pasado domingo, coincidiendo con la jornada electoral/fiesta de la democracia, Jesús Cacho publicó una pieza imprescindible para entender un poco el país que nos ha tocado en suerte, repasando hechos trascendentales que hasta aquí nos han traído, todo un naufragio, una hecatombe difícil de asumir con la que por desgracia, salvo que haya medios para el exilio, hay que convivir. Ahí va:
Una democracia enferma, casi muerta.
Qué espectáculo. Qué fantástico aquelarre de enemigos de la nación y del sistema. Qué exaltación de odio contra el mejor proyecto de convivencia que han tenido nunca los españoles. Con la mayoría de los medios oficiando de encantados enterradores del régimen del 78. No sé si tenemos una democracia garantista o simplemente idiota. Lo que está claro es que una democracia que no sabe defenderse, o peor aún, que ha renunciado a hacerlo, es una democracia muerta, aunque quizá ella no lo sepa. Todavía. Los líderes separatistas contaron con el respaldo de ERC y de JxCat, 22 diputados en total, pero también de los 42 de Podemos, los 6 del PNV y los 4 de Bildu. Un total de 74 escaños detrás de quienes intentaron un golpe de Estado contra la Constitución del 78. Súmenle los 123 diputados socialistas dispuestos a llegar a acuerdos con los catalazis para investir a Pedro Sánchez y pagar el precio correspondiente, y llegaremos a la conclusión de que los defensores de esa Constitución están en minoría en el Congreso de los Diputados. Hasta aquí hemos llegado. Navegamos a bordo de un Estado suicida que avanza a toda máquina hacia el acantilado. Fin del ciclo iniciado con el referéndum de 1978 y entrada en lo desconocido.
5 comentarios:
...está uno ya tan hasta los güevos que la 'entrada en los desconocido' a la que alude CACHO empieza a parecer hasta atractiva.
El panorama es espantoso, pero todavía hay esperanza. Si llamo a Movistar para quejarme de algo me ponen la voz sexy de la máquina que me dice que me pase a la factura sin papel, sin coste alguno-faltaría más-y con el beneficio que ello supone para el medio ambiente. Qué alegría.
jajaja....
Robots...ya no se puedo uno ni cagar en la puta madre del proveedor.
El problema no es que la democracia esté enferma o muerta. El problema es la democracia per se.
Como decía Churchill, la manera de aborrecer la democracia es hablar cinco minutos con el votante medio.
Con el paisanaje que tenemos por estas tierras lo de votar no deja de ser una broma pesada.
He estado en Madrid para votar y tanto mi mujer como mi hijo estaban de apoderados en sendos colegios de Usera. Mucha gente aparecía y votaba sin tener ni puñetera idea de lo que se trataba. Alguna señora emperrada en que las papeletas sepias, por su color, era para elegir senadores.
Por cierto, tampoco está nada mal el artículo de ARRANZ también en VOZPOPULI:
El día que la Pantoja se 'comió' a Ferreras
https://www.vozpopuli.com/medios/dia-pantoja-paso-encima-ferreras_0_1249376365.html
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