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viernes, 3 de mayo de 2019

Impuestos y democracia




Dice un tal Ábalos del PSOE que no querer pagar impuestos es cargarse la democracia. Hombre, Ábalos, no querer pagar impuestos es un deseo, o derecho, natural de todo bicho viviente. De hecho, Ábalos ignora que la democracia, especialmente la parlamentaria, nació para que el pueblo controlase y aprobase los sablazos que quería meterle el monarca. Pero lo que el socialista, que tiene pocas lecturas, nos quiere decir es que no querer pagar impuestos, o hacerlo al menos de forma moderada, es querer cargarse el mismísimo artículo primero de la Constitución, el que consagra que España es un Estado social antes que democrático y de Derecho. Que respire Ábalos tranquilo, que el pueblo soberano que ha votado no quiere cargarse la democracia: ése era el deseo de las derechas, pero desoyendo a Michavila acudieron desunidas a los comicios.

7 comentarios:

Fuga dijo...

Los Estados según la Teoría Monetaria Moderna TMM no quiebran nunca ya que disponen de la capacidad de fabricar moneda a placer. Esta tesis tan contra intuitiva parece que va tomando cuerpo en la praxis.

El asunto entonces que debería abordarse por pura lógica es que si pueden financiarse imprimiendo tal vez deberían liberar al ciudadano del expolio fiscal sistemático. No parece razonable que vayan en paralelo la clásica y la TMM.

Que resuelvan el dilema. O se impone el poder del ciudadano (No taxation without representation) o las élites-mongo hacen lo que les peta con la impresora, pero nos dejan en paz.

O lo uno o lo otro.

Traveller dijo...


El problema es que ese imprimir a placer produce un exceso de circulante que a la vez genera una inflación desbordada, con lo que se entra en un círculo vicioso difícil de controlar.

Los Gobiernos utilizan su sistema de impuestos para retirar parte de ese circulante del mercado. Con ello consiguen reducir un tanto la necesidad de imprimir a la vez que frenan minimamente la inflación por disminución de la demanda.

Otra consecuencia indeseable sería el exceso de tesorería en manos privadas que está permitiendo a algunas corporaciones y fondos de inversión plantar cara a lo mismísimos Bancos centrales de la mayoría de países.

Todo ello al margen de la inmensa herramienta de control y de coacción que supone la potestad de disponer de la hacienda y del bienestar de sus súbditos, falsamente llamados ciudadanos.

O sea que, Fuga, lasciate ogni speranza. Seguirán con los dos sistemas porque responden a estrategias distintas.

Fuga dijo...

Das en el clavo amigo.

El sarcasmo de todo este putiferio es que los grandes financieros acceden a barra libre de capital y ni siquiera necesitan correr riesgo en sus inversiones, adulterando el mercado y prostituyendo el sistema, lo que lleva a que la clase media rentista de su trabajo, se empobrezca en occidente a velocidad de vértigo.

Los Estados bien, los plutócratas mejor...pero las clases medias en este juego terminaran paupérrimas.

Es una estafa de proporciones históricas desde que en Lydia se acuñaron las primeras monedas.

Reinhard dijo...

Estamos rodeados y, lo peor, perdidos. Traveller, ¿cómo se tributa en la cálida Tailandia?

Fuga dijo...

Espera, estimado REINHARD, que estos mamones retiren el dinero físico he impongan la moneda digital. Fiscalizados al minuto. Peor que en el 1984 de ORWELL.


Traveller dijo...


En Tailandia la tributación, como todo, es muy peculiar.

Para que te hagas una idea el Gobierno de Bangkok cede el derecho a cobrar impuestos al digamos, Gobernador de Phuket a cambio de una cantidad a tanto alzado. Luego el Gobernador impone una tributación a los habitantes de su dominio que le cubra la cantidad a entregar al Gobierno central y sus gastos y beneficios.

Pero como todo en Tailandia, los impuestos están regidos por el nivel de corrupción existente y por tanto negociables bajo mesa. Nada que ver con el expolio a que estamos sometidos en nuestro país ni en Europa en general.

En Tailandia mientras no te metas con el Rey ni trafiques con drogas puedes vivir tranquilo y sin demasiadas leyes que te agobien.

Aitor Mento dijo...

Ahora resulta que, según este gicho, gente como el ministro astronauta, el ex Màxim Huerta , que juegan con sociedades interpuestas, o titulares de SICAVs como Pedro Almodóvar se cargan la democracia.

No es más tonto porque el día no es más largo.