Hace ya bastante tiempo-algo comenté por aquí-conocí a un tipo que se vanagloriaba de las innumerables detenciones policiales que pesaban sobre sus espaldas. Presumir es como casi todo, un acto de voluntarismo muy ligado a la condición humana que siempre dejará una pincelada sobre la personalidad de su autor, causando admiración o náusea, aplauso o abucheo, o simple indiferencia. Es posible que me traicione el subconsciente, pero el caso es que me acuerdo de aquel chorizo cuando veo a un vacante ministro de trabajo sacando pecho ante los padres de esta patria decadente con sus cifras del paro, presumiendo de haber doblado el número de parados: que las carcajadas no echasen abajo ese teatro de variedades ante tamaña heroicidad demuestra la potencia del anestésico que nos hemos enchufado, aunque deberían ser esos parados doblados los que entrasen allí, al menos para hacer la ola a ese petardo. Y es que este es un país de mucha jactancia, como aquel majadero catalán que vacila de haber denunciado a cientos de comercios que rotulan en español, o niñatos que apalean a otros niñatos, lo graban en un móvil y lo cuelgan en internet buscando alguna clase de reconocimiento efímero, por no hablar del presidente que presume de niñas feas y gordas y las mete en un avión para hacer un posado en las Américas. Del difama... hemos pasado al presume, que algo queda, aunque el resultado final de tanto presumir no sea otra cosa que el bochorno, la vergüenza o el delito.
viernes, 15 de octubre de 2010
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5 comentarios:
Hombre, señor Reinhard, el presidente llevó a sus hijas porque es un paleto, no para presumir de niñas. En este caso, las exhibiría con mayor frecuencia.
Por lo demás, completamente de acuerdo con usted. Muy buenas noches.
En mi opinión pueden presumir de haber logrado muchas cosas. Casi que se salen con la suya. Pero esto daría lugar a un comentario más extenso que su propio artículo y no es el caso.
¿5 millones de parados? Necesario... necesario para tapar lo que verdaderamente les ha ocupado: ponerlo todo patas arriba siguiendo una estela polpotiana en el firmamento, con otros modos y finalidades, claro es.
Progenitores a y b, aborto adolescente sustraido a la tutela paterna, matrimonio homosexual, pactos con terroristas para colar estatutos de autonomía, alineamiento con dictaduras en el exterior, alianzas de civilizaciones y mucho más que sería prolijo enumerar.
El infierno de unos es para otros el paraiso.
Dime de qué presumes y te diré de donde restas.
Quizás Z. puedan presumir de que gracias a él dos hombres pueden casarse entre sí, pero no podrán hacerlo por estar en paros ambos. Claro, que en éstas llega C. y presume de que les paga unos 400 eurillos para gastos, o vicios. País.
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Alguna vez he llegado a presumir en el extranjero de lo bien que habíamos hecho la transición de la dictadura a la democracia.
Hoy no lo haría, me siento estafado.
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