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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Corazón de perro

Este verano he podido leer una de las muchas asignaturas pendientes que tengo con la literatura rusa, una obra prohibida por el régimen soviético hasta los años setenta. En Corazón de perro Mijaíl Bulgákov desarrolla una trama espectacular plagada de humor y sarcasmo: un médico que investiga el rejuvenecimiento humano implanta en el cerebro de un apaleado pero amable y reflexivo perro callejero la hipófisis de un delincuente. El perro, lejos de rejuvenecer, se transforma en un ser humano física y moralmente repugnante que termina por afiliarse al partido comunista y consigue ser nombrado "subdirector del subdepartamento de limpieza de animales vagabundos", convirtiendo la vida del científico en un infierno.
El médico, cuya oposición al régimen comunista es más formal que práctica, la estética frente a la zafiedad, se ve obligado a convivir con aquello que más detesta y, renegando de su asombroso descubrimiento, devuelve al perro a su estado natural.
Mutatis mutandi, y como estoy aburrido en este oasis de paz y amor, he parido un remake de la historia: un brillante científico decide implantar en el seso de un toro de Osborne la hipófisis de un político catalán nacido en Andalucía, muy amante de la tauromaquia y muerto en extrañas circunstancias. Su noble propósito no es otro que salvar la fiesta nacional de las garras de los nacionalistas, pero el producto que renace del experimento no es otro que un político traidor a sus principios y orígenes que termina por sancionar el fin de los toros en Cataluña. Decepcionado y muerto de asco, el científico decide devolver al toro a su estado natural y enviarlo a la finca de Córdoba de la que nunca debió salir.
La moraleja de toda esta historia de perros y toros es que cualquier cambio o transformación radical, ya sea en la ciencia o en la sociedad, termina en un rotundo fracaso.

4 comentarios:

Yeager dijo...

¡Caray, Don Reinhard!
Si que nos lo ha puesto difícil...
Un político catalán..., nacido en Andalucía..., y amante de la tauromaquía...
¡Pues no se me ocurre quién puede ser!
Cómo no se trate de Carod o Laporta...
A Carmela la descarto. Porque, más que la tauromaquia, prefiere los chaletes en Santo Domingo.
:-D

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Parece interesante la novela. Espero que no sea tan difícil de conseguir cómo la que me recomendó Don MGA.

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Ya de paso, aprovecho para darle la bienvenida tras las vacaciones.

Reinhard dijo...

Gracias, Don Yeager;

Sí, blanco y en botella.

El libro merece mucho la pena y es fácil de conseguir en el mercadillo virtual, e incluso en una librería bien surtida.

Yeager dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Yeager dijo...

Don Reinhard.
Ayer pasé por "La Casa del Libro". Pero no tenían "Corazón de perro": una de las ediciones está agotada y, de la segunda -que une "Corazón de perro" y "La isla púrpura"- no les quedaban tampoco ejemplares. Así que acabé comprando la que, quizá, sea la obra más conocida de Bulgákov: "El maestro y Margarita", que tampoco había leído.
Acabo de empezarla. Espero que me guste.