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domingo, 19 de septiembre de 2010

La libreta


Son muchos los personajes que han pasado a la historia por un gesto, un objeto, un apéndice. De Napoleón se decía que andaba siempre con la mano dentro de su casaca porque tenía una úlcera, aunque quizá no era más que una pose. Franco no se separaba del brazo incorrupto de Santa Teresa porque era un amuleto que le ayudaba en su eterna cruzada. Zapatero y sus cejas también son inseparables, aunque cuando estas se levantan son señal de desastre y no, como en el mus, de unos gozosos duples.
Mourinho y su libreta son otra unidad. Qué apunta el técnico en ella y qué importancia tiene solamente él lo sabe: una bronca a un jugador en el descanso, un nuevo fichaje, la lista de la compra o unas memorias en presente y caliente. Sorprende tanta escritura en un deporte en el que está todo inventado y en el que sin tiempos muertos no se improvisan jugadas maravillosas cuando quedan diez o doce segundos. Mourinho desconoce la historia del Madrid y sus técnicos, como aquel Luis Molowny que no se movía del banquillo por no pasar frío y no ser necesario, por haber dado las mágicas instrucciones antes de saltar al campo: ustedes jueguen como saben, y le caían cinco o seis al rival. Que en la era de las nuevas tecnologías un tío vaya con su libretita y un bolígrafo es presagio de algo: no se sabe si bueno o espantoso.

4 comentarios:

Yeager dijo...

Muy buenos días Don Reinhard.
Lo de la libretita, ¿no le recuerda a usted el famoso "cuaderno azul" de Aznar?
(Ese malvado asesino y genocida).

Reinhard dijo...

Don Yeager, saludos:

Sí que se parece al cuaderno azul por sus secretismo, aunque quiero pensar que Mourinho no pondrá ahí el nombre de su sucesor. Al menos tan pronto.

Chippewa dijo...

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Estoy seguro de que no anota nada interesante. Seguramente son cosas que escribe para calmar los nervios y ni vuelve a mirarlas. Otros recitan suras del Corán antes de la batalla.

¿Qué tal se lleva ser del Madrí en Barcelona, esa ciudad otrora cosmopolíta y moderna?

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Reinhard dijo...

Se lleva bien, Don Chippewa, y entre otras razones porque somos muchos, más de los que se pueda imaginar desde la lejanía.

Lo que se lleva peor es la trayectoria del club, con esta libreta como metáfora de los deberes mal hechos.