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jueves, 17 de junio de 2010

No hay cojones





No es lo mío, no tengo huevos.


Todo un alarde de sinceridad, de honradez, de dignidad, o aquel glorioso si no sabes torear...pa que te metes. Ay, si nuestro José Luis hubiese hecho lo mismo...pero ha venido a salvarnos, por sus cojones, por sus niñas góticas, por su abuelo mártir, sin avisos que valgan. Olé.

3 comentarios:

Chippewa dijo...

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El toreo es un estado de animo. Hace falta buena condicion fisica y cabeza para manejar la fuerza imprevisible del toro de forma que parezca facil llevarlo por donde uno quiere. Cosa que es rematadamente dificil.

Lo que no entiendo es como este tipo ha podido llegar a una plaza tan grande. Lo normal es que un torero descubra que no vale para esto en la fiesta del pueblo o toreando en un descampado.

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Reinhard dijo...

Lo mismo me pregunto yo, porque una cosa es torear en una plaza de un pueblo, pongamos por caso, de León, y otra hacerlo en las Ventas.

tolerancio dijo...

Qué sensacional metáfora la del torero acoquinado... qué país...