El bueno, el que pone las cosas en su sitio, el que siempre garantiza un final feliz: que nadie nos robe la sonrisa, pues hemos pagado la entrada.
viernes, 25 de junio de 2010
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De las catástrofes siempre queda la nostalgia por las naderías de la víspera
6 comentarios:
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Que miedo, don Reinhard.
Es Vd. un bromista de tomo y lomo. Si es cierto que el juego de ZParo consiste, precisamente, en jugar el papel de bueno. Logicamente, un ser tan siniestro debe disfrazarse de defensor de los pobres, de los niños y de las mariposas.
Al final, los hechos son los hechos.
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Me ha faltado la banda sonora
Qué ricura. Dan ganas de adoptarlo. Me recuerda un poco al mini yo de Austin Powers.
Se lo regalo, Tolerancio.
¿Se refiere usted por casualidad a éste?
Pues yo he de disentir, estimado Don Reinhard.
El bueno, bueno, bueno... Pero bueno de verdad, no es otro más que éste.
El único héroe verdadero.
El de León no es más que un triste cenizo.
No se lo niego, Don Yeager, pero había que elegir y me pudo el rollo infantil, la ternura y otras zarandajas. Por cieto, esa imagen de G. saliendo del coche siempre me ha recordado a telefilmes de policías americanos con sus perritos calientes y un frío de cojones.
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