Criminalidad organizada

 

Como fruta madura, y más en este tórrido verano que ya se anticipa, van cayendo esas violaciones de mujeres, niñas en muchos casos, por un grupo numeroso de hombres, crímenes abyectos a las que por desgracia nos estamos acostumbrando. Y si bien es cierto que en algunos casos, y tras una correcta investigación, se demuestra que no existió tal agresión, son mayoría los episodios en los que la víctima ha sido violada por una turba salvaje. Pero a lo que vamos: los medios de comunicación-cretinización de masas, según el irrepetible Juan Manuel de Prada-nos indican que esta lacra tiene un responsable claro, el consumo de pornografía por parte de adolescentes.

Son los mismos medios cretinos que, una vez detenidos los agresores por la fuerza pública, soslayan su nacionalidad. Si tiramos de hemeroteca, apreciamos que, salvo la tristemente célebre Manada en San Fermín, todos los presuntos autores de estas violaciones no tienen nacionalidad española, pero la culpa es de la pornografía y de una pésima educación recibida por sus más jóvenes consumidores, o eso afirma el psiquiatra/charo de guardia requerido al efecto por la mesa de tertulia. Lo novedoso de esta estúpida teoría es que el franquismo, célebre comodín para justificar todos los males desde 1936 hasta hoy, no sirve para explicar esta criminalidad organizada. Algo hemos avanzado.