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viernes, 13 de julio de 2018

Delitos menores




Al final parió la burra y Fuigdemont sólo será extraditado por malversación y no por rebelión, entre otros delitos, desprecio alemán a la soberanía española que demuestra que Europa es un mal negocio para el ciudadano y excelente para el burócrata local que recauda impuestos. Desde que el fugado fue cazado en Alemania, y vistas las trabas que se ponían a la petición del magistrado Llarena, me mostré partidario de retirar la euroorden y dejar al tipo vagando por Europa hasta que su cuerpo aguantase la nostalgia de la tramontana: ya caería, más tarde o temprano.

Pero no se quiso que así fuese y se mantuvo el envite con pésimas cartas, aunque tampoco hay que rasgarse las vestiduras ni volver a lamentar, como con aquel varapalo de la doctrina Parot, que Europa se ríe de nosotros, ni pedir, como hace algún eurodiputado valenciano, que vuelvan las fronteras, ¡él, que vive del presupuesto europeo sin dar un palo al agua! Y si bien ya se habla de no aceptar la entrega en esos términos, con varias opciones procesales, no hay que insistir mucho, que todo esfuerzo inútil conduce a la melancolía, pues la suerte está echada, y Fuigdemont y los otros rebeldes pasarán poco tiempo en prisión: pacta sunt servanda, que fijaron los romanos, creadores, ellos sí, de un auténtico imperio de la ley para un vasto territorio. Nostalgia la nuestra, pero de otro tipo.  

3 comentarios:

Aitor Mento dijo...

Lo bonito es ver felicitarse a todo el nacionalismo catalán. Se alegran de que Puchi sea acusado por malversación, de que les roben.

Animalicos.

Reinhard dijo...

Sarna con gusto no pica, Don Aitor.

Fuga dijo...

Excelente comentario Reinhahrd