1.259. Esa es la cifra que resume lo que en cualquier otro lugar sería un rotundo fracaso; aquí, en cambio, se obtienen galardones y reconocimiento, púlpitos desde los que pontificar, tribunas para reclamar más dinero público, que no es de nadie, y así poder seguir viviendo del cuento, de la película. 1.259 cándidos que se atrevieron a pasar por taquilla para dejar 7.064,19 pavos y contemplar-admirar es otra cosa-el documental Escuchando al juez Garzón, perpetrado por la poco agraciada Coixet con la inestimable colaboración del estólido Manoliño Rivas. Fue en esa gala del despilfarro sufragado por lo españoles que todavía pagan impuestos donde la directora del engendro proclamó, a cuenta de la condena del prevaricador, que sí parecía haber paz para los malvados. Tal vez sea cierto, pero es que los malvados son millones, todos los que pasan olímpicamente de esa castaña llamada cine español. Por contra, justos y buenos son pocos, poquísimos. 1.259, ni uno más.
6 comentarios:
¿Se sabe si el mono araña fue a ver el documental?. Sería un apoyo muy importante para Gartzon (tiendo a euskaldunizar el nombre, de lo malo que es el tio).
¿Y los narcos que escaparon gracias al "excelente" trabajo de Gartzon?.. seguro que fueron a ver también el documental, aunque fuera para echarse unas risotadas.
¡¡1.259!!
El panegírico lacrimógeno de un ‘quillo’ con toga no interesa.
Tal vez una película sobre la corrupción con un taimado juez prevaricando hubiese interesado más al público por aquello de ver las tripas del sistema…propaganda al fin y al cabo tenemos en todos los canales a todas horas desde hace 30 años. Es un subproducto cultural agotado.
Pensar lo que podría hacer Hollywood con ese material…un juez chantajeando al presidente de CityBank, con una fortuna de mil millones y una nómina de 4 mil euros mes…ingresado por un episodio psicotico…agitador de ultraizquierda acosador de los anticastristas de Miami…que quiere condenar al difunto Kennedy por bahía Cochinos y meter a Bush en la cárcel por la guerra de Irak, financiado por gentes de Las Vegas…etc etc etc.
Peliculón.
Así es, Fuga: el cine de verdad está en América, lo nuestro es propaganda que a pocos interesa.
El mono, Ogro, es una víctima más del prevaricador: observe, si no, cómo pide ser liberado de tamaño depredador.
Cine de arte y ensayo... para selectas minorías. Vamos que no van a ver el docudrama ése ni los fantoches que se manifiestan con banderas republicanas a favor de Garzón
Reinhard, aceptando al mono como víctima de Gartzon, no podemos descartar que los otros 1258 hayan ido voluntariamente, ni siquiera aunque sean familiares del prevaricador.
La verdad es que la cifra es un misterio: si tenemos en cuenta que toda la izquierda es proGarzón, ¿por qué no han ido en masa a ver la película? ¿falta de dinero o de ganas? ¿son sectarios pero no son tontos y saben que el cine español es una castaña? ¿no soportan la vocecita del prevaricador? Misterios.
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