TWITTER

miércoles, 23 de febrero de 2011

23-F




Pocos días después, una manifestación mágica se desarrolló por las calles de Madrid, para intentar escurrir el bulto y lavar miedos. Se manifestaban todos, líderes políticos y sindicales, ciudadanos anónimos, asociaciones de vecinos, mujeres liberadas, todos los que se habían escondido debajo de la cama, contra un golpe que el Rey y la mayoría del Ejército habían hecho abortar sin su participación.

Carlos Semprún Maura, El exilio fue una fiesta, Planeta 1.998.

Treinta años de aquel golpe, del tejerazo, de uno de los secretos mejor guardados. Mucho se ha escrito y a buen seguro se escribirá, pero por encima de sesudos estudios sobre el tema, de conjeturas sobre la implicación del monarca y gobiernos de concentración, o de ladrillos-Cercas-que tanto aburren y nada aclaran, me quedo con la sencilla opinión de un adorable gamberro como Carlos Semprún: todos debajo de la cama.

3 comentarios:

Chippewa dijo...

.

Servidor se queda con la escena de Tejero amenazando a Armada con pegarle un tiro cuando vió en un papel el gobierno que quería poner, con Felipe de vicepresidente.

Y el guardia civil por detrás apuntando a la cabeza de Armada y diciendo:

- ¿Se lo pego ya, mi teniente coronel?

Y el otro que le tranquiliza con:

- Todavía no, todavía no...

Sorprendentemente, y por los datos que van saliendo, el que acabó con aquel golpe fue Tejero, que no estaba dispuesto a consentir cosas de las que no había sido informado previamente. La chapuza nacional en toda su munificencia. Y Su Majestad, qué quieren que les diga: metido hasta las orejas y salvando los muebles cuando ya estaba todo perdido.

.

Reinhard dijo...

Ese hipotético gobierno era de chirigota, quizá un preludio de lo que ahora padecemos.

Como afirma Carlos Semprún, todos debajo de la cama, excepto algunos que acabaron debajo de su escaño.

José Antonio del Pozo dijo...

Es que la versión oficial del 23-F don Reinhard parece Rimas y Leyendas, que seguro que ahora dicen que Leticia estaba ya aprendiendo a tocar el arpa.
Saludos blogueros