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sábado, 9 de abril de 2016

El escorpión y la rana



La máxima socialdemócrata, odia el delito y compadece al delincuente, recuerda en muchos casos a la fábula del escorpión y la rana: lo siento, no he podido evitarlo, es mi naturaleza. Aunque admite matices, pues no siempre ambos protagonistas perecen en la aventura de cruzar el río. El polifacético Gonzalo Boye-abogado, empresario, editor y secuestrador en otra vida-firma una querella contra el presidente del gobierno en funciones por la espinosa cuestión de los refugiados. Lesa humanidad, dicen los querellantes en absurda redundancia: como si la humanidad no estuviese lisiada desde la noche de los tiempos. Lesa España, que pagó a Boye la carrera de Derecho en la cárcel y le otorgó esos generosos beneficios penitenciarios que en muchas ocasiones se vuelven contra aquel ingenuo que los concede. Porque el ínclito Boye, escorpión en esta fábula grotesca, fue condenado a catorce años de prisión por participar en el secuestro de Emiliano Revilla, pero sólo cumplió seis, licenciándose con honores cuando era ministro del Interior el hoy presidente en funciones y querellado, nuestra particular rana. La querella no tiene mucho recorrido pero su moraleja es para enmarcar.

1 comentario:

tolerancio dijo...


¿fue lenin quien lo dijo (me refiero al auténtico, el de la momia embalsamada, no el de la coleta)... aquello de "nos pagarán la soga con la que les ahorcaremos"?...