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lunes, 19 de julio de 2010

Reflexión



Quizá haya que revisar ese abandono de toda esperanza al que nos habíamos abonado con enorme y deprimente resignación. Ni el desgaste de la crisis, ni los eternos parados, ni el Estatut de Pepe, ni tampoco, por supuesto, la más que dudosa alternativa mariana: y es que al final, quién lo diría, hasta serán útiles...

2 comentarios:

Jabato dijo...

Un buen endocrino necesita España; las góticas ya están bien así.

Anónimo dijo...

Un buen endocrino, sí, para que se pierdan de una vez los michelines nacionalistas y España recupere figura, aunque sea gótica.