Pocas veces el título de un libro- Melusina, 2.009- ha reflejado mejor la trayectoria del biografiado. Enrique López Viejo traza y recorre la vida de Pierre Drieu la Rochelle, el aciago seductor, a través de su obra, de las circunstancias políticas del momento y, cómo no, de la guerra y la Francia ocupada y colaboracionista, sin omitir a las mujeres -yo he pensado más en las mujeres que Dios en los hombres- que cayeron rendidas ante un dandi irresistible, y todo ello de forma amena y novelada, excelentemente documentada, desde la participación de nuestro hombre en la Gran Guerra hasta su anunciado suicidio. Estamos ante un libro que debe leerse sin prejuicios ni complejos y que refleja de forma magistral las múltiples caras y lecturas de una época complicada y diabólica, de un tiempo demencial e irrepetible en la historia europea en el que los intelectuales de muy diferente signo abanderaron todo aquello que pudiese resultar, o simplemente parecer, revolucionario.
Buena apuesta la realizada por Melusina en favor de López Viejo y Drieu, resumida a modo de sinopsis en la contraportada del libro:
Pierre Drieu la Rochelle, escritor heterodoxo, rabioso intelectual y seductor nato seducido a su vez por el fascismo, fue un personaje inclasificable y complejo donde los haya. Vivió en un París palpitante, crisol de movimientos culturales y políticos, fue amigo de todos pero no se casó con nadie: André Malraux, Gaston Gallimard, Breton, Picasso, Matisse, Cocteau, Coco Chanel… Hasta su trágico final fue un dandi irreverente, perseguido por las acusaciones de colaboración con los nazis, rodeado de sus amigos y, por supuesto, cubierto de mujeres. Esta actualizada biografía del genio francés, polémico autor de El fuego fatuo y Gilles, nos conduce de manera amena y exhaustiva por una de las vidas más atribuladas y excéntricas del siglo XX.
Adelante, pues, con el aciago seductor.
9 comentarios:
¿Dan fecha de esa foto en el libro?
Por desgracia el libro, y ése será su único defecto, no tiene fotografías ni tampoco ofrece detalles sobre la de la portada; si la comparo con otras de Drieu que he visto en su Biblioteca Fantasma diría que es una fotografía del Drieu inmediatamente posterior al fin de la Gran guerra.
.
Esta cara es de esas que llevan a decir: "Este hombre no te conviene.
Es la imagen de la decadencia, de los que necesitan emociones cada vez más fuertes para sentirse vivos. Tiene cara de haber acabado mal.
.
Sí, todos las madres dirían eso a sus hijas. Acabó tan mal como Alain, el protagonista de su novela El fuego fatuo:una premonición.
http://www.literaturas.com/v010/sec0309/suplemento/rochelle.htm
.
He sentido la curiosidad, y veo que hay bastantes cosas escritas sobre este buen señor. La verdad es que le tocaron vivir tiempos difíciles. Para su desgracia, parece que tuvo complejos en su infancia que no pudo superar nunca.
Los que no tienen complejos son los comunistas que salieron a aplaudir a los alemanes a los Campos Eliseos, cuando desfilaban triunfales. Entonces Hitler y Stalin estaban a partir un piñon. Hay fotos de Goebels contando paridas a la plana mayor del Ejército Rojo en la mesa de un reservado, mientras en otra mesa brindan Ribentrop y Molotov, por la merienda de Europa.
Este hombre no supo gestionar tanta contradicción, casado con una judía, filo nazi y por tanto amigo de los comunistas, hasta que se complicaron las cosas. Había que tener la serena templanza de Paco para sobrevivir en aquel torbellino.
.
Uno de los grandes mitos es aquello de la Resitencia:como decía, y dice, Pío Moa, los franceses resistían mucho, resitían mucho a las llamadas de De Gaulle para enfrentarse a los alemanes.Pero así se escribe la historia, ¡y que esos franceses recibiesen un trozo de Berlín!. La templanza de Paco se resume en que no se metía en política.
Esta asignatura la tengo pendiente hace años.
Vida aparte, uno pediría recomendación de alguna obra para iniciarse; de La Rochelle solo conozco algunas poesías mal antologadas.
.
Drieu es un autor complicado:sus detractores dicen que vale mucho más el personaje que el escritor. El Fuego fatuo,Gilles y Diario de un hombre engañado son con diferencia lo mejor. Algunos relatos cortos también están muy bien.
Una fiebre sacudió Europa en aquellos años. Y contagió a todo el mundo. Nadie pudo resistirse.
Publicar un comentario