Vinieron lo sarracenos y nos molieron a palos, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos.
Que España es un Estado fallido-de nación ya ni hablamos-es algo tan evidente que no merece la pena extenderse mucho en ello, pero en ocasiones hay episodios que bien demandan una mínima glosa. En Salt, provincia de Gerona, el número de extranjeros, la inmensa mayoría musulmanes, ronda ya las tres cuartas parte del censo, de ahí que el estallido social fuese inevitable más tarde o más temprano. En este caso el detonante ha sido el desalojo de uno de los imanes, parece ser que en esa localidad hay más clérigos musulmanes que policías municipales, por impago de un préstamo hipotecario que gravaba la vivienda en la que residía junto a su numerosa familia. Consta en acta-la justicia es muy lenta-que el hombre llevaba cinco años sin pagar un céntimo a nadie. El caso es que ese lanzamiento ha provocado disturbios por todo lo alto que han dejado en la villa un panorama desolador, si bien antes tampoco es que fuese muy alentador, no nos vamos a engañar.
Hace años la progresía dominante
en el oasis catalán acuñó el eslogan volem
acollir, queremos acoger, para recibir con los brazos abiertos a cualquier
extranjero que recalase en esa tierra, especialmente si venían con un Corán
bajo el brazo. De aquellos polvos, estos lodos, aunque hay que señalar que la política
de inmigración, de momento y parece que por poco tiempo, es competencia exclusiva
de ese Estado fallido que todavía responde al nombre de España. No sorprende, por
ello, que la izquierda radical del municipio, al estilo del Black Lives Matter
americano, apoye esta revuelta, incite los ataques contra la policía y sentencie
que la culpa es del sistema que no resuelve los problemas de vivienda que sufren,
obviamente, los extranjeros que un día fueron acogidos. Nada nuevo bajo el sol.
Al final todo parece indicar que
la paz, hasta el próximo episodio de guerra callejera, reinará tras la entrega de una vivienda
social-todo es social en el Estado fallido-al imán y su numerosa familia. Una
película ya demasiado vista y conocida: la de un desalojo, otra ocupación.
3 comentarios:
...y todo igual. No hay amenaza de la que algunos no hayamos alertado durante años, décadas incluso. Cuando precipitan los acontecimientos anunciados por tanta estupidez acumulada en eso de la gobernanza, y el común de las gentes pone cara de extrañeza/sorpresa a uno sólo le dan ganas de encogerse de hombros y rascarse los huevos o tirarles un lapo.
¡¡¡Lo que aburre el estomagante Occidente contemporáneo!!!. Un coñazo de sociedad de puro lerda. Las 'masas cretinizadas' de Juan Manuel De Prada.
Tan solo un ‘pero’ a tu excelente comentario. ‘Estado fallido’ es aquel que quiere pero no puede. Éste puede pero no quiere -puede terminar con los Okupas, pero no quiere. Puede terminar con la inmigración ilegal pero no quiere y un larguísimo etc-.
Estamos ante una amenaza mucho más perversa, taimada...la del ‘Estado disfuncional’. Que eso es un “ESTADO QUE PUEDE PERO NO QUIERE”.
Y quien aspire a que este sindios termine deberá estudiar la AGENDA que nutre progamaticamente esa disfuncionalidad alevosa y con premeditación.
Sorpresas se encontrará en sus pesquisas por el camino de la investigación. Puesto todo este putiferio responde a un plan escrito, viejo y ya denunciado.
Bon profit!!!
Atinada tu observación sobre Estado fallido.
Salt es un ejemplo, en la Europa de los mercaderes de Bruselas hay unos cuantos más, de eso que se conoce como el Plan Kalergi, el Gran Reemplazo: que los blancos europeos queden diluidos por una gran invasión del tercer mundo. Pero pocos lo mencionan en público, so pena de ser tachados de conspiranoicos, además de nazis.
Que esto ocurra en Cataluña no deja de ser, por muchas razones, justica poética de la buena. Como cuando cada año, el día 1 de enero los medios nos dicen quién ha sido el primer catalán del año en nacer. En fin...
Así es. El PLAN KALERGI o el GRAN REMPLAZO tiene unos promotores y una Agenda. En la hibris delirante en la cumbre de su influencia no se privan de soltarlo sin disimulo en las rrss e Internet.
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Veo ahora por cierto que asaltaron una comisaría en Salt. Imagino que la respuesta canónica en estos tiempos será licitar 'Habitaciones del pánico' para las comisarias sopena que de repetirse, la policía pueda esconderse en su interior, que una cosa es poner multas a los vecinos por la zona azul y otra lidiar con semejante turba...a esos pisos gratis. A los contribuyentes, containers.
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