José María Aznar ha dicho hace poco que políticamente sintoniza más con Felipe González- ¡y
hasta con Duran Lleida!, diría el respetable-que con Abascal. Tampoco es algo sorprendente
si tenemos en cuenta que Feijoy, al salir elegido presidente del partido, reconoció
que en unas elecciones, hay que presumir que siendo mozo y no estando afiliado
todavía al partido de Fraga, votó al PSOE de González. La sintonía entre Aznar
y González, más allá de aquel latiguillo de váyase,
señor González, váyase, viene de antiguo: quién no recuerda aquella reunión
entre ambos de madrugada y en la Moncloa para acabar con Mario Conde y sus
ambiciones políticas, ordenando al Banco de España la intervención de Banesto.
La sintonía, o más bien idilio,
entre populares y socialistas es algo tan notorio que no hace falta desarrollarlo
mucho, ¿o acaso hubiese nacido VOX si no se diese esa simetría entre los dos
grandes partidos? ¿No ha venido VOX a liquidar el célebre Consenso del 78 que
de la mano de populares y socialistas y otros enemigos de la nación hasta aquí nos ha traído? En definitiva,
en estos tiempos de zozobra y como solución a todos los males, Aznar propone lo ya conocido, luego avala la
célebre sentencia de Albert Camus: la estupidez insiste siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario