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lunes, 14 de octubre de 2019

Los hábiles negociadores




No he leído la sentencia que acaba de ser notificada previa filtración a los medios, y tampoco sé si lo haré en los próximos días con el debido detenimiento, que muchas y buenas lecturas tengo atrasadas, pero algunas conclusiones claras se pueden extraer en base al fallo y otros extremos con una lectura rápida y específica de algunos de sus fundamentos jurídicos. A bote pronto, parece claro que la enérgica intervención del Rey el día 3 de octubre de 2019 lo fue para salvar el orden público y no la Constitución, esa obra magna que hasta aquí nos ha traído. Eso debían de pregonar los Jordis megáfono en mano y subidos en un coche de la Guardia Civil mientras una comisión judicial huía por los tejados.

La sentencia, cuya unanimidad resulta conmovedora, es la demostración de que el Consenso del 78 sigue gozando de buena salud: los magistrados deliberan, votan y fallan a mano alzada, y si hay discrepancia se vuelve a votar. Así hasta que, a la búlgara, la discrepancia quede ahogada en aras de la salvación del Estado, pero no de la Nación, pues es aquél y no ésta el que paga las generosas nóminas de los ropones supremos, hábiles negociadores que hasta esa alta magistratura han llegado gracias a los acuerdos y cambalaches de la casta política que se reparte el Consejo General del Poder Judicial.

¿Y la petición de la fiscalía para que no haya beneficios penitenciarios hasta que los reos hayan cumplido la mitad de la pena impuesta? Quia: mire usted, vamos a ver, como decía Don Manuel Marchena, si estamos por salvar el Consenso, qué menos que respetar las competencias autonómicas en materia penitenciaria. Que salgan rápido los penados y aquí paz y después gloria. Así se acuerda y firma.

3 comentarios:

tolerancio dijo...


tremendo, tal y como usted apunta. de hacer caso a los magistrados podría deducirse que el Rey sobreactuó. le acusarán de crear falsa alarma o de extralimitarse en sus funciones. el Supremo sólo tiene pelendengues para meterse con Franco. qué enjuague bochornoso...

Reinhard dijo...

Así es. Lo más grave, con todo, es no atender esa petición de la fiscalía para que al menos cumplan la mitad de las penas antes de tener beneficios penitenciarios. Eso lo despachan en la sentencia con un parrafito de mierda.

No tiene desperdicio el argumento principal: como los golipistas no se creían el objetivo de la independencia, ni que triunfara, pues no hay rebelión. Todo fue una broma. Dentro de ese animus iocandi, tampoco se entiende la condena por sedición. Habrá que reírse.

tolerancio dijo...


conclusión: repetirán, pero no otros porque los dirigentes estén a la sombra, si no los mismos pues estarán de nuevo en la calle... es decir, el día de la marmota... sensacional...