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miércoles, 27 de septiembre de 2017

Sin ofender mucho



En este trance de un prusés que enfila su recta final hay que reírse ya de todo sin tener mucha compasión por aquellos que puedan darse por ofendidos: donde no rige la ley, que impere el humor. Conocida es la anécdota del embajador británico que en 1942, y ante la avalancha de estudiantes falangistas que se manifestaban frente la embajada británica en Madrid reclamando la soberanía española sobre Gibraltar, pidió a Serrano Suñer, a la sazón ministro del Interior, que no le enviase más policías sino menos manifestantes.

De esa historia, salvando alguna distancia, se acuerda uno cuando lee la noticia de que el ministerio del pancista Zoido desautoriza los actos de despedida-a por ellos, oe, canta el personal-a los agentes del orden que partan para el Ostfront. Parece como si el rebelde Puigdemont hubiese llamado a Rajoy para decirle que si le tienen que mandar muchos guardias, vale, pero que no vengan con la moral alta y sí un poquito avergonzados, de tapadillo, sin ofender. Esto no se le ocurre ni al que asó la manteca, pero sí al del barco de Piolín. Y el Presidente en USA, donde se manda al Ejército para que se cumplan derechos civiles, mientras él se apaña con unos ropones del Constitucional y un despacho para Soraya en Barcelona. Qué poco nos pasa y cuánto merecemos. Oe.

5 comentarios:

Fuga dijo...

oh sí, nos lo merecemos. Por tener en el poder a todos los tontos del país. Una selección de pura raza.

Aunque algunos podamos lavarnos las manos...qué más da.

Traveller dijo...


Supongo que eso es la famosa democracia: La posibilidad de elevar al poder a lo peorcito de cada casa. ¡ Y a fe que nosotros utilizamos de pleno esa capacidad !

Estoy en Madrid y tengo que regresar el sábado a Barcelona, pero juro por mi honor que me lo estoy pensando. Creo que no me van a gustar los aconteceres del fin de semana.

Reinhard dijo...

No vamos a ser alarmistas y vamos a decir que la cosa pinta...hummm...interesante. Mossos que ya dicen que no garantizan que los colegios permanezcan cerrados, los bomberos que ellos apoyan para lo que sea en pos del plebiscito, desocupados con niños se ofrecen para cortar carreteras, en fin, es lo que hay. Menos mal que aquí no tenemos Guardia Nacional, porque se pondría de parte de los separatistas.

Fuga dijo...

Y ahora la piaría eclesiástica....

Trav, ya contarás.

Aitor Mento dijo...

Y hasta los payeses de Lérida se prestan voluntarios a cortar carreteras con los tractores. En cuanto a la purria clerical, mucho me da que veremos iglesias convertidas en colegio electoral.