Habían rescatado de la noche de los tiempos toda una liturgia obscena, un aire de otra época que aglutinaba a lo más variopinto en alegre comandita. Ese no pasarán frentepopulista volvía a reunir, como hace más de setenta años, a señoritos de la élite y famélicos desocupados, artistas y funcionarios junto a profesores y analfabetos... patricios y plebeyos, en fin, que caminando de la mano revocaban aquella lucha de clases que explicaba tantas cosas, pero sobre todo la historia. La defensa estaba preparada, aunque el enemigo no estaba ni tampoco se le esperaba. Con tanto ahínco rebuscaron, tan grande fue su apuesta, que ahora el pasado les revive bajo el manto de la farsa: su gran prevaricador, como aquellos gerifaltes republicanos que exigían defensas numantinas mientras daban cuenta de gloriosos banquetes, abandona la lucha cuando pintan bastos y toma el camino de un exilio dorado. Así fue.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Zarandajas, los que quieran apoyar al juez Garzón, lo que deberían es hacerse clientes del Banco Santander.
Por otro lado, el No Pasarán está gafado, bien que se lo recordó Celia Gámez
.
Desde las tripas del TPI urdirá tramas para imputar a Aznar por genocidio... una vez que se le escapó Samaranch por los pelos, aunque no vivo. Quizá le citará a declarar a través del tablero Ouija.
Creo que el gafe tanto les da; perseveran y perseveran. En cuanto a lo del Santander, es cierto que lo de Querido Emilio pasará a la historia como una peculiar forma de entender la justicia.
El TPI es un bodrio: un buen lugar para este hombre. Hay que felicitarse...a enemigo que huye, puente de plata.
Publicar un comentario