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miércoles, 7 de abril de 2010

Vía crucis


Ese camino y no otro es el que anda empeñada Europa en recorrer. Parece ser que venían de Austria y con las ideas muy claras. Mientras, y transitando hacia el Calvario, los viejos burócratas europeos, golfos travestidos de intelectuales y podridos de pedantería, debaten sobre burkas y minaretes y otras zarandajas sin importar mucho el peso de la cruz y lo complicado de la resurrección.

5 comentarios:

Jabato dijo...

Eso ha estado bien, aunque también se podría añadir que siempre ponen la otra mejilla, una y otra vez.

tolerancio dijo...

Leído en la prensa: la dirigente del Nuevo Partido Anticapitalista en Francia, Ilham Moussaïd, pretende aunar trotskismo e islamismo. Bonita mezcla. La balanza no obstante se decantará del polo más fuerte, el islam.
Occidente otra vez en la encrucijada. Si Europa y su cultura depende de sus civilizados habitantes no le quedan más que unos lustros. Los años le darán la razón a Spengler.

Reinhard dijo...

Aquí late una filosofía cobarde y pastelera que muy bien reflejó el entonces diario independiente de la mañana tras el 11-S, y a toda página: el mundo en vilo ante las represalias de Bush, o algo así..

Chippewa dijo...

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Mantengo la esperanza de que las cosas evolucionen de otra manera a lo que se barrunta en el horizonte. Y mi esperanza no está depositada en los "europeos", a los que considero tarados perdidos de forma irrecuperable. Mi esperanza está depositada en los millones de musulmanes jóvenes que se apoderarán de la decadente Europa por una pura cuestión estadística: ellos serán más y estarán vivos y los "europeos" serán menos y estarán muertos o muy jubilados.

Esas futuras generaciones de musulmanes no tienen porqué comportarse como sus antepasados. Tambien los germanos fueron los bárbaros de su tiempo y luego acabaron civilizándose. También a los moros se les puede ocurrir que su forma de vida necesita algunos retoques.

La guerra será entre diversas formas de entender el Islam, igual que en un momento dado la guerra fue entre francos y visigodos. A los romanos ni se les esperaba en aquel momento, aunque seguro que influyeron en algo.

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Reinhard dijo...

No descarto, y debo bañarme en un cierto optimismo, Chippewa, un horizonte como el que usted dibuja, pero se me antoja muy, muy largo. Pero mientras éste llega, me agarro al principio procesal, y también vital o existencial, de la igualdad de armas, o a otro más de derecho internacional, el de la reciprocidad.