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lunes, 17 de febrero de 2020

Franganillo, el pitbull



El otro día pasó Abascal por Televisión Española. Y casi no pasa, porque los sindicatos del ente público pusieron el grito en el cielo y exigieron su veto. Los mismos sindicatos que callaron cuando en esa casa le dieron a Otegui una sesión de baño y masaje y un lavado de imagen, todo gratis el amore. El entrevistador, un tal Franganillo, era una especie de perro de presa que sólo buscaba el descrédito de Abascal con la cosa de la inmigración y los delitos sexuales, amén de la violencia doméstica, pero el de VOX salió airoso y el pitbull con el rabo entre las piernas, porque ahora los pitbull, por aquello de la corrección política y los derechos de los animales, tienen rabo. Nada es lo que era.


En el fondo, la hostilidad de Franganillo y el intento de boicot de los sindicatos no son más las tradicionales expresiones del guerracivilismo al que está abonada la progresía desde los tiempos del Prestige, la guerra de Irak y el 11-M. Y luego el País Semanal saca un reportaje preguntándose por qué gente normal vota a VOX. Pues por Franganillo y los sindicatos, entre otras muchas razones, pero sobre todo por ser gente normal, sin complejos. Que todo hay que explicarlo.

1 comentario:

fuga dijo...

Independientemente del entusiasmo genuino o pose del tal Friganillo sospecho que tampoco se pueda descartar que el tipo estuviese coaccionado por el miedo a los reproches internos sino se ponía borde.

En este país ya se vigilan unos a otros y eso estimula la necesidad de parecer un gladiador so pena que los compis te jodan la vida por tibio.