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lunes, 1 de julio de 2019

Obituario




Ha muerto Eduardo Fungairiño, una vida ejemplar en muchos aspectos pero sobre todo en su tarea de servidor público en algo tan crucial como fue la lucha contra el terrorismo etarra. Frente al servilismo de su superior, Conde Pumpido, aquel que asumía de buen grado que las togas quedasen manchadas por el polvo del camino en la negociación con la ETA. Fungairiño prefirió ser siempre un rebelde que no conocía otro mandato que el fiel cumplimiento de la ley, de ahí que optase por abandonar la Audiencia Nacional antes que prevaricar y convertirse en lo contrario de un fiscal. Que la tierra, con ese polvo que ya nunca manchará su toga, le sea leve.

7 comentarios:

Traveller dijo...


Fue un buen fiscal, sí señor, que tuvo la decencia de dimitir por no prestarse a los enjuagues con la ETA de su superior, el impresentable Conde Pumpido. Bueno, más que una dimisión fue un cese que acordaron camuflar como una dimisión por motivos personales.

Antes de darse a conocer como fiscal anti ETA ya se había hecho bastante famoso al llevar el caso de los envenenados por la colza, aquel aceite mineral que nos dieron para freír patatas.

Requiescat in pace.


fuga dijo...


De acuerdo con los dos...

DEP

Reinhard dijo...

Es tan dura y repugnante la realidad de este país que uno tiene que apropiarse de unos cuantos héroes, lo sean o no en puridad, para ir tirando.

fuga dijo...


Sí, porque si eso no funciona solo queda la botella...o el autismo impostado, esto es, no quiero saber más (me dedico al estudio de los coleópteros)

Traveller dijo...


Yo propongo que nos reunamos con carácter indefinido en algún rincón recóndito con una docena de cajas de cerveza, 50 botellas de vino, una docena de güisqui, (jo, qué mierda de palabro) y un poco de marisco de pocilga, léase jamones, cañas de lomo y demás ibéricos, mientras esperamos la gloriosa venida del excelso gobierno con el que nos va a deleitar ya mismo el Dottore y sus amiguetes de podemos.

Deberemos pactar antes bajo qué condiciones abandonaríamos el escondrijo y cuales nos obligarían a permanecer allí hasta el fin de los tiempos.

No sugiero acompañamiento femenino para evitar que se nos cuele alguna feminazi de las que tanto abundan y nos amargue el paisaje.

Para que no se diga, me ofrezco a pagar el primer suministro de víveres. Alguien que se ocupe de buscar el lugar adecuado.

Reinhard dijo...

Tomo nota, Traveller. ¿Has pensado en hacernos con armas? Igual el Estado, o alguien peor, quiere rescatarnos.

fuga dijo...

Me apunto TRAV.