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sábado, 20 de julio de 2013

De la militancia de los ropones



El antaño independiente de la mañana descubre que el presidente del Tribunal Constitucional abonó durante un tiempo la cuota de militante del Partido Popular, y lo vende-gran titular- como una primicia fascinante que puede dejar en pelotas todo un sistema que viene ya averiado desde los tiempos de la Transición. Rápidamente, como es costumbre en los últimos tiempos, los turiferarios del gobierno hicieron mofa de la noticia con el obvio argumento de que el Tribunal Constitucional no forma parte del poder judicial, sino que es otra cosa más rumbosa. No forma parte de ese poder pero puede, como última instancia y mediante el recurso de amparo, modificar lo que hayan sentenciado otros tribunales, incluso valorando las pruebas que ante ellos se han desplegado; y si no, para los desmemoriados y poco informados, que se lo pregunten al conglomerado de Bildu.

En el titular y su respuesta late una tremenda ingenuidad que demuestra hasta qué punto el personal anda preocupado por el sexo de los ángeles: los jueces no deben tener ideología, y si la tienen, que no se plasme jamás en un carné de afiliado. El problema de unos y otros es debatir sobre algo que ya está más que asumido por una sociedad lanar que asiste al espectáculo periódico de unos partidos que se pelean por colocar a los juristas de su cuerda en todas clase de tribunales y en el propio Consejo General del Poder Judicial. Estamos, pues, ante discusiones bizantinas que sólo se dan en ese Foro, Madrid, donde todo se dramatiza y nada se aclara: en Catatònia, por contra, magistrados en activo que sí pertenecen al Poder Judicial declaran y escriben a favor de la consulta separatista y no pasa nada, no se rasgan vestiduras ni se indaga en los archivos de los partidos. Ahí tienen, más hay, una de las razones por la que esto es un Oasis.

9 comentarios:

tolerancio dijo...


exacto... por los madriles se lo toman todo a la tremenda, están de los nervios... qué bien les vendría tener un fiscal como el tal rodríguez sol y tantos otros...

no he podido añadir comentario en anteriores entradas por problema de servidor, aprovecho para compartir mi sorpresa morrocotuda por el pelaje de los contertulios que lleva interec al plató, últimamente. hay una de IU que vale un credo, sacan a un chico con coletas que hace pasar a fidel Castro por un socialdemócrata y solo faltaba el rei del pollastre rostit... me he descolgado, claro

fuga dijo...

muy bueno

Aitor Mento dijo...

La cantinela del PP y sus turiferarios para defender lo del presidente del Constitucional es que "es legal".

Otra cosa es que sea ético. Tienen el mismo nulo sentido de la ética y la moral como el que pueda tener IU, cuando defienden que Diego Valderas "soplara" el piso en subasta a un vecino suyo desahuciado, mientras se les llena la boca con el "sí se puede".

Señor Ogro. dijo...

Si no me equivoco, se modificaron las reglas para que el TS no pudiera juzgar al TC. Y es que el TC no PUEDE meterse en todos los asuntos, pese a aquella marranda que hicieron con batasuna.

Pero no pasa nada, ahora el TS ha demostrado puede estar a la misma altura del TC, con la sentencia del caso campeon, donde resulta que siendo cierto todo lo dicho, no existe delito. Autentica nata judidicial que cae a chorretones sobre un pastel de corrupcion capaz ya de ocupar el puesto nº 1 entre las montañas mas altas de España.

Reinhard dijo...

Tolerancio, otro de los aciertos de Intereconomía ha sido colocar de tertuliano al pepero catallà Fernández Deu: para mear y no echar gota.

Reinhard dijo...

Gracias por el elogio, Fuga, pero es que la ingenuidad de algunos lo pone todo a huevo.

Reinhard dijo...

Don Aitor, es difícil que los turiferarios del régimen distingan entre la legalidad y la moralidad, pues ellos son de los que siguen trincando sobres.

Reinhard dijo...

Sr. Ogro, los jueces, y más al nivel del TS y del TC, son como Usain Bolt: cada vez que baten una plusmarca se dice que eso es ya insuperable, pero-oh, cielos-vuelven a superarse. Sin remedio.

tolerancio dijo...


en efecto... fernández deu, se me olvidaba... o el arte de la repostería y del pasteleo...