Desalojen, coño.
Es notorio que la justicia es una de las instituciones peor valoradas en este maltrecho país, de ahí que de vez en cuando los honrados ciudadanos que pagan religiosamente sus impuestos decidan tomarse por su propia mano la más elemental satisfacción de sus derechos, como un propietario que, disfrazado de guardia civil con insignias franquistas, pretendía desahuciar a los que ocupaban su vivienda sin pagar renta de clase alguna. Atenuantes, si no eximentes, tendrá nuestro hombre en un juicio que es probable que llegue antes que el lanzamiento de sus poco cumplidores inquilinos. Su único consuelo es que, fracasada tan noble acción,siempre quedará en el recuerdo la dignidad que se volcó en el intento.
2 comentarios:
Pues aún puede la justicia empeorar mucho más... dele tiempo a Gallardón que llega al ministerio imbuido de su irrefrenable propensión al pasteleo... loco por finiquitar sumarios que aún colean por ahí...
Es lo que llamamos salir de Guatemala para caer en Guatepeor. Toda situación es suceptible de empeorar en el tiempo y el espacio y la Justicia mucho más, que esto es España.
Feliz Navidad y mucho cuidado con los turronazos.
Un saludazo.
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