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martes, 11 de octubre de 2011

De vinos


Está visto que el título octavo de la constitución-siempre minúsculas para un código menor-no sirve como elemento de cohesión, de aglutinador de las diferentes Expañas, haciendo más palmarias las diferencias entre norte y sur tanto en riqueza como en talante. Así, como ejemplo contrario al carácter laborioso y austero de los catalanes, un político aparentemente moderado del oasis dice que los andaluces se pasan el día en el bar con el dinero de los catalanes, que ya es extraño por la tacañería ancestral de estos últimos, y un periodista de referencia y muñidor de editoriales conjuntos sentencia que en una parte del territorio todavía nacional tocan la guitarra-metáfora del cante y el fino-mientras por estos pagos nos andamos con uno antipáticos recortes que nunca fueron promesa electoral. Terrible contradicción, en cualquier caso, la de estas gentes tan serias que días atrás y sin pedir perdón daban luz verde a seguir subvencionado a las muchas entidades andaluzas en Catatònia. ¿Quién dijo que el vino hermanaba, que servía para hacer amigos? Aunque también se afirma, y quizá sea la explicación última que algunos no aciertan a ver, que el vino aplaca el hambre.

3 comentarios:

tolerancio dijo...

Los hay que tienen muy mal vino. En fin, el político mejor valorado de España según las encuestas, haciendo amigos.Qué país de chichinabo... el mejor valorado es uno que lo odia y a la chita callando hace cuanto puede por descuajeringarlo. Esto nos remite a los "valoradores" y al nivel del colectivo. Dedicatoria a la prensa acomplejada de "Madrit". Toma hombre de Estado (de Estado catalán, claro)

Jabato dijo...

Han perdido el oremus, y olvidan que para los andaluces el fino y el cante son una cuestión identitaria, como para ellos los castellers, las butifarradas, la lengua a la que destinan millones y millones de euros...No es que en Andalucía se trabaje poco, es que se trabaja a otro ritmo, y de ayudas y subvenciones, mejor no hablar.

Mercedes dijo...

Y, sobre todo, porque para criticar el PERT no hace falta insultar. No hace falta meter el dedo en el ojo. ¡Que este pollo es del Barça!

¿A ver si va a ser un admirador encubierto de Mou?