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domingo, 17 de julio de 2011

Lodazal



Bastante ha llovido desde que el fiscal general del gobierno soltó aquella perla a cuenta de la negociación con la banda: que el vuelo de las togas de los fiscales no eluda el contacto con el polvo del camino, blasfemó un jactancioso Cándido como si fuese el preludio de lo que al final ha terminado siendo, una circular más o menos camuflada a sus subordinados. Así, al dictado de su amo y tirando de unidad y jerarquía en el momento procesal oportuno, sigue nuestro hombre peleando para que el Faisán vuele de Madrid hacia Irún, plaza esta de la que nunca debió salir. Mas la lluvia caída ha sido mucha, tanta que el polvo de las togas ya se ha convertido en barro, en una sustancia pestilente que exige con urgencia el paso por la tintorería de tan litúrgica prenda, pero esa será otra historia cuya factura abonarán unos pocos necios, pardillos más o menos eficaces que con una cierta adhesión ideológica tuvieron a bien revolcarse en la charca sin pensar que un día de un tórrido verano llegaría su San Martín.

3 comentarios:

Señor Ogro. dijo...

No existe tintorería capaz de limpiar tanta mierda. Y no veo al PP con ganas de resucitar a Montesquieu, cosa nada extraña ya que ellos mismos ayudaron a enterrarlo.

La solución debería pasar por zotal en cantidades industriales y por varios rituales para resucitar a Montesquieu.

Pero a día de hoy, eso me suena a quimera, tan probable como girar una esquina y ver a un unicornio o un político trabajando.

Fuga dijo...

Ogro…el PP no resucitará a Montesquieu y por lo que se ve sigue sin convencerse sobre la libertad de elección de lengua vehicular en la enseñanza. Y así mil temas. ¿no sabíamos ya que el Pp era parte del problema y no la solución?

Lo mejor de que gane el PP es que sus palmeros, que hoy votan a Gallardón y censuran histriónicos la deuda de cualquier ayuntamiento socialista de dos mil habitantes, tendrán que hacer examen de conciencia. Aunque probablemente como cualquier exvotante de ZP opten por hacerse los suecos.

Reinhard dijo...

Nada va a revolucionar el PP, ni siquiera desmontará el tinglado laboral que se arrastra desde el franquismo. Unas cuantas medidas efectistas durante los cien días y a mantenerse en el poder.