Vuelve Tomás, el ciprés pétreo, el Pasmo.
Mas no sufran sus incondicionales, que será con otros toros, por supuesto, y no con el más arriba reseñado ni cualquier otro parecido.
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De las catástrofes siempre queda la nostalgia por las naderías de la víspera
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9 comentarios:
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No seas malo, querido Reinhard.
Cualquier toro te la puede liar. El que mató a Manolete estaba afeitado. Y José Tomás se las ha visto con toda clase de alimañas. Normal que ahora que puede elejir los prefiera así o asá.
Yo también lo haría.
.
No soy tan malo, Don Chippewa, y he pagado unas cuantas veces por ver a Tomás, pero desde hace mucho tiempo impone unos toros que no son precisamente los que hacen grande a un torero. No obstante, pasiones como las que despierta animan la fiesta.
Pues mire, querido don Reinhard, que a mí no me gustan los toros, excepto en las suertes donde no se les pincha, caso de encierros, desencajonamientos y concursos de recortadores, cosas las tres de las que he podido disfrutar en vivo en mi cercana y querida Navarra ( aquí en el País Vasco, salvo lo primero y para enchufados, no se estilan las otras dos cosas, en general y con la salvedad de algún coso guipuzcoano como los de Tolosa o Azpeitia ).
Pero defenderé siempre el derecho de los aficionados a disfrutar de las corridas, y también el derecho individual a la libre empresa, que entre otras cosas, en la Ciudad de los 56.000 Prodigios ( y Mas ), ha sido conculcado en la persona del sr. Balañá, empresario de la Monumental.
A propósito, en el cartel de la Semana Grande de Bilbao de este año me ha parecido ver que uno de los días viene el torero catalán Serafín Marín.
Fe de errores : donde digo "salvo lo primero y para enchufados" me quería referir a los desencajonamientos o desenjaules. Que en Navarra son maravillosos, puesto que los pastores salen al coso y se juegan el tipo para conducir a los morlacos a los chiqueros de la plaza.
Serafín, que se ha venido un poco abajo en los últimos tiempos, suele ser uno de los fijos de Bilbao. Su mejor cualidad es que no va de señorito y torea lo que le echen, algo que por supuesto no hacen los primeros del escalafón.
Ya le digo que no entiendo mucho, pero por lo que cuenta usted, viene a ser parecido al vizcaíno Iván Fandiño, que parece que también hace gala de lo mismo.
Joder, Don Aitor, y dice usted que no entiende: Fandiño triunfó, y fue de los poquitos, en el último San Isidro.
Sólo de leer titulares, don Reinhard, y no todos.
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