Resulta que el fulano de más arriba, un vulgar calentólogo, afirma sin rubor de clase alguna que él y sus compinches han sido presos políticos- ahí es nada- del estado danés. Uno se echaría a reír, o a llorar, si no fuera porque ya conoce a estos pájaros y su infame retórica, la misma que amplifican medios presuntamente serios y abanderan políticos manifiestamente mejorables; podría uno también extenderse y pontificar sobre la imposibilidad de que existan presos políticos en estados democráticos, pero tampoco merecería la pena, y el tiempo, por desgracia, no sobra. Solamente, y para mejor comprensión del tipo más arriba retratado, y de otros como él, dejaremos bajo estas líneas la imagen de uno de los presos políticos por excelencia, enorme escritor- con dos cojones- e inquilino forzoso del Gulag estalinista durante una década, aquella especie de paraíso-donde casi nunca suben las temperaturas- con forma de archipiélago en el que sujetos como este Uralde y sus compinches serían inmensamente felices ejerciendo las funciones de centinelas.
3 comentarios:
El calentólogo Uralde no habría suscrito ni loco la teoría del calentamiento global de haber pasado unos añitos... ¿añitos?... unos días en Vorkuta tomando una ración diaria de pan de centeno y sopa aguanosa.
Lo peor de todo es la cancha que determinados medios dan a tipos así y sus absurdas teorías.
Más que Vorkuta, que no estaba mal, prefiero Karagandá para un baño de humildad y realismo.
siempre me ha llamado la atencion la capacidad de los judios eslavos para aprender idiomas. tu conocimiento del espaniol es encomiable. gracias por compartir con nosotros unos retazos de tu historia personal y sentimental
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