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lunes, 11 de enero de 2016

Déjà vu



Una imagen vale más que mil palabras, un tópico que nunca dejará de tener su encanto y que bien refleja la realidad catalana de las últimas horas: pocos días atrás, el diputado cupero Antonio Baños era rodeado por otros diputados de Junts pel Sí-pel circ, según Arcadi Espada-que trataban de convencerle para que su grupo diese el plácet a la investidura de Mas, evitando de esta forma que el prusés descarrilase mucho antes de lo previsto. Entre esos próceres de la patria, comiendo la oreja del disidente con esa fe que sólo atesora el converso, el inefable Eduardo Reyes, adalid de los papafritas andaluces en Cataluña, quien sin duda veía peligrar su recién estrenado escaño si el perroflautismo de Baños y compañía seguía en sus trece y forzaba nuevas elecciones.

Pero finalmente la sangre  no llegó al río, y la misma imagen bien podría haberse producido tras la investidura del nuevo President, un tipo con apellido de fuet que promete expulsar a los invasores como Reyes: un Baños rodeado de los mismos diputados que le mostraban su agradecimiento por el cambio de rumbo-tras la oportuna autocrítica-en la formación antisistema, lo que no deja de ser la eterna repetición del dogma marxista, de Groucho: estos son mis principios, si no le gustan...Pero esta comedia espantosa es algo muy doméstico, muy de casa nostra, pero sobre todo nada novedoso, y como bien decía un amigo en Twitter sobre la bajada de pantalones de la CUP, esto ya lo inventó Boadella hace mucho tiempo. Todo un déjà vu.

8 comentarios:

Fuga dijo...

leo en tu twitter sobre Marhuenda y Arcadi.
‘A mí no me tiene que dar paso como si fuese un Don NADIE VALE…soy el director de un periódico VALE, eh, y no soy ningún piernas, eh VALE, lo tienes claro VALE, y no me tienes que…’

¡¡¡YO NO SOY UN DON NADIE!!!
¡¡¡SOY DIRECTOR DE UN PERIODICO!!!

jajaja…triste confesión de la inconsciencia haciéndose presente con su brutal sinceridad. Le ha faltado decir eso de ¿CON QUIEN CREES QUE ESTAS HABLANDO? tarjeta de visita de todos los narcisistas frustrad@s del mundo.
:)))))

El pobre Arcadi también se ha tenido que tropezar con este macarra. Claro, ni Belén Esteban sale tanto.

Aitor Mento dijo...

Dime de qué presumes....

Harry dijo...

Marhuenda no es de este mundo: al margen de su nada desdeñable retraso mental, el hombre tiene que lidiar con esa esquizofrenia que supone estar en el tinglado de A3 Media, donde cada vez que pueden le atizan de lo lindo aquellos que están en sus antípodas ideológicas. Ayer noche, y como causa de esa defensa a ultranza de la Infanta de España, el tipo casi menstrúa. Lo dicho, un pobre hombre, y un ignorante.

Fuga dijo...

Oh…y esos recursos dialecticos tan risibles con los que discute….no sé a quién me recuerda:

Porque tú siempre crees tener la razón
Porque tú te crees alguien y no eres nadie
No sabes lo que dices.
Qué barbaridad, que barbaridad.
La cosas que hay que oír, lo que hay que oír.
Que se joda, que se jodan, que se jodan los egipcios.
Me alegra que tengáis el desahogo de los tweets así os ahorráis el psiquiatra
Yo tengo casa porque he estudiado y me la pago
Claro como la derecha es lo malo, uy que malos somos los de derechas uy, uy uy, qué malos somos.
Hace calor, ¿eh?, no, es que soy como un sol, como brillo tanto
Pedro J quiere cargarse a la Corona, al Gobierno, y poner a Rosa Díez
La mala gestión de ese editor enloquecido de Julio Ariza

Y todo el día así...ni una reflexión siquiera de casualidad que no sea de patio de recreo.
Un puro aspaviento de purita impotencia intelectual.
¿Qué habría sido de tal encefalograma plano si no hubiese sido el palanganero de otro necio mayúsculo, Fernandez Diaz?

Fuga dijo...

precisamente veo ahora que Arcadi le ha arrojado algo, no es un lapo, arrancado de adentro, apenas un sipiajo que se olvida según se lanza. Un monstruoso mini sipajo de desprecio.

En su blog en El Mundo, vale la pena.

Harry dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Harry dijo...

No funciona el enlace, así que dejo el texto tal cual.

Arcadi Espada: ¿Por qué lloriquea el periodista Marhuenda?

Esta mañana, donde Alsina, y de manera repentina, el periodista Paco Marhuenda se echa a llorar. Yo le había interrumpido para discutir algo respecto de la actitud del Rey y del Gobierno ante la sedición catalana. Y entre la cascada argumental que ya es corriente (soberbio, chulo, te crees en posesión de la verdad), el lloriqueo:
—Yo no soy un piernas —iba balbuciendo. ¡Yo soy el director de un periódico!
Me temo que los oyentes no darían crédito. Yo sí. Aunque nunca como ayer se había producido una confesión semejante, no es a primera vez que Marhuenda se ha mostrado desagradablemente sentimental conmigo. El pasado, la ola borgiana, no tiene solución. Y siempre hay que tener en cuenta su resaca.
Hace unos 30 años Paco Marhuenda subía las cocacolas en la redacción de "El Noticiero Universal", diario de la tarde. Y mucho peor: se las subía al director, Jordi Doménech, que lo había colocado en aquel periódico con funciones ambiguas, que nunca supe exactamente cuáles eran. Llevaba entonces Marhuenda un flequillo rubio, unas gafitas de pasta y casi siempre ternos encorbatados. Para los 20 años que tenía eso era un disfraz tan riguroso como el de Pablo Iglesias Alcampo. Él era un tierno muchachito de derechas y nosotros, la sección de política de aquel periódico, una manada de bestias pardas. Cada vez que se acercaba por allí, atraído como un imán, le caían unos bufidos salvajes. A su visión de la vida se añadía la sospecha de que era un confidente del director; pero el escarnecimiento al que se le sometía me pareció muchas veces excesivo. Yo despreciaba sus opiniones e ironizaba frecuentemente sobre su candidez; pero le tenía simpatía. Como saben bien los militantes de los partidos políticos, obligados a soportarse por su afinidad ideológica, la simpatía tiene poco que ver con la coincidencia o no en las ideas. El joven Marhuenda me inspiraba, además, una cierta compasión: quizá fuera fácil ser Marhuenda en la covacha del director; pero no debía de serlo cuando cruzaba la puerta y entraba en aquella redacción donde se respiraba la humareda de tanto fatuo comunistoide, y yo el primero.
No sé qué tiene Marhuenda en contra de aquel grumete, y qué complejos y heridas le aviva su recuerdo. Yo nada, desde luego. Es más, estoy seguro de que mucho de lo que decía e incluso de lo que no se atrevía a decir era bastante más razonable que todo lo que nosotros voceábamos. Pero es evidente que cada vez que Marhuenda se cruza conmigo le vuelve, como una náusea, aquel pasado. Y llora. Y solloza y patalea gritando que ya no es aquel grumete, sino (¡pas mal!) todo un director de periódico. Está bien. Pero querría convencerle de que cuando me cruzo con él no veo nunca aquel grumete. Mis problemas con el periodista Marhuenda, si se me ocurriera tenerlos, estarían centrados en el periodismo que hoy hace y no en las cocacolas que subía. Aunque le admito la continuidad de su indemne carácter servil.

Fuga dijo...

dicen que Fdz Diaz se larga de Interior.
¿Qué será de Marhuenda? ¿lo seguirán subsidiando o como ha ocurrido con Cifuentes en Madrid, los nuevos pondrán prudente distancia con el fulano?
Desde luego si los dos, Rajoy y Fdz Diaz, desaparecen, no lo veo en La Razón mucho tiempo. Y fuera de la cobertura de A3 tampoco lo veo en muchas tertulias, en las que sus presentadores no disimulan el disgusto de su impuesta presencia.