TWITTER

jueves, 16 de abril de 2015

Odia el delito



Tiempo hacía que no había motivo para dar un meneo a la máxima socialdemócrata en materia penal, tanto que ya me embargaba una melancolía un poco insoportable. Viene esta vez la cosa de la mano del juez Castro, no el de la Infanta sino el de vigilancia penitenciaria, el mismo que ya tuvo su papelito en la suelta del finado Bolinaga. No es la primera vez que el etarra Urrusolo sale con un permiso pero sí llama la atención que el ropón use el mismo lenguaje que usaría un Pernando Barrena cualquiera: interés en la resolución del conflicto. ¿Y cómo se articula ese interés? Valentín Lasarte se paseaba en sus permisos con una mujer poco agraciada y un niño que no era suyo en un carrito: la fea y el tierno infante como redentores de la desdichada humanidad. Nada que ver con el díscolo Bolo, que andaba todo el día de bares dándole al Rioja sin propósito alguno de enmienda, provocando sólo la pena de Rajoy, que con su indolencia habitual decía que lo veía muy flaco.

Castro nos dice que Urrusolo lleva largo tiempo reflexionando, pero sin indicar a qué conclusiones ha llegado, y que allí dentro participa en toda clase de actividades, incluyendo las lúdicas, lo que bien podría ser un eufemismo para no decir abiertamente que el penado juega al mus en sus ratos libres, que en una prisión deben de ser todos. A tenor de la amnesia que sufre el veterano terrorista, no parece que la resolución del conflicto vaya a venir por su colaboración con la justicia para esclarecer los viejos crímenes de aquellos que fueron sus cómplices, pero eso no es obstáculo para que el hombre disfrute de un permiso preparatorio para la vida en libertad, que su pareja sentimental está en la misma situación. Mutatis mutandi, el ropón Castro tiene claro que la realidad no va a estropearle un buen auto. Además, el conflicto, si no resuelto, al menos está olvidado.
  

7 comentarios:

fuga dijo...

aquí la única que va a la cárcel es la Pantoja

tolerancio dijo...


si no recuerdo mal urrusolo es uno que, entre otros crímenes, asesinó en barcelona a un policía nacional. el fulano iba por la calle, un poli pasó a su lado, y tras "un breve período de sesuda reflexión para solucionar el conflicto vasco" se dio la vuelta, sacó la pipa y le pegó un tiro en la nuca, según la cámara de seguridad de una sucursal bancaria delante de la que perpetró el crimen.
recientemente hemos asistido a casos de justicia poética demorada, el círculo que se cierra, como un círculo del infierno de dante. primero con los anti-trasvase con el agua al cuello por las inundaciones del ebro y después con lópez aguilar, mister denuncias falsas. ¿Qué justicia poética habría de llevar consigo el señor magistrado?
ps.- la de ángel colom, el raholo, la veo más clara... en la foto que se ha difundido en la portada de abc de la reunión de los dirigentes aborígenes en el parlamento regional de cataluña con los mini-ayatolás salafistas, hay uno con cara de pillo en un extremo del grupo que se mira a colom con glotonería y con cara como de tomarle las medidas del cuello...

Reinhard dijo...

Fuga, la cárcel no es para políticos, quizá vayan algunos, pero es para disimular un poco.

Se acaba de modificar el Código Penal. Atención, pregunta: ¿cuál es el delito por excelencia que puede cometer un político, cargo electo con mando en plaza? Pues prevaricación. Pues nada, sigue sin castigarse con penas de prisión. En fin...

Reinhard dijo...

Un matiz, Tolerancio: en ese atentado fueron dos los policías asesinados. Entonces Urrusolo iba acompañado por su compinche Narváez Goñi, alias Pajas. Y fueron asesinado como usted relata.

tolerancio dijo...


le agradezco la info, reinhard... el alias de goñi es toda una declaración de principios y retrata la elevación espiritual del integrante del comando... en fin, en fin, en fin...

Aitor Mento dijo...

En efecto, Fuga.

Rato no ha estado más que dos horas o tres detenido.

Fuga dijo...

y dice FJL que hay un complot contra Rato y el PP de Aznar.

Pobre tío...vaya final de carrera.
Luis del Olmo debe estar partiéndose la caja.