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martes, 13 de enero de 2015

El derecho a decidir, esa orgía



La secretaria general de Podemos en Andalucía lo tiene claro: serán los ciudadanos y ciudadanas los que decidan si hay Semana Santa o no. He ahí el auténtico derecho a decidir del que hablaba Pablo Iglesias en Barcelona. Yo no quiero que se elimine la Semana Santa, diría el hombre de moda, pero si la peña decide suprimirla, se suprime y no pasa nada. ¿Y cuál sería el ámbito de decisión? ¿Nacional, autonómico, local? ¿Tienen derecho a votar sólo los católicos, o sólo los ateos beligerantes, tal vez los musulmanes? ¿Podrían votar extranjeros sin papeles? ¿Y los menores, que tienen esos días de vacaciones escolares?

El derecho a decidir nos conduce al infinito del absurdo y además es redundante: ¿acaso la gente no decide ya si celebra y festeja la Semana Santa? Pues parece que no, o al menos se pretende regular esa decisión con una suerte de sanción legal. Partiendo de la denuncia de un presunto déficit democrático, las gentes de Podemos plantean una reformulación del sufragio universal: que se vote por todo y se decida sobre cualquier cosa. Toda una orgía democrática. Y ojo con las orgías y Podemos, que era este tórrido agosto cuando una dirigente del partido abogaba por una redistribución igualitaria (sic) de las prácticas sexuales, incluida la penetración anal de mujeres a hombres. Lo dicho, a darle al dedo. Democráticamente, por supuesto.

4 comentarios:

Fuga dijo...

La sanción legal….he ahí la coña.

Así nos jodieron el único espacio libre para vivir en pareja sin papeles. Sin papeles, también tendría efectos legales. Y los gilipollas estaban felices. Qué gran victoria. Ya podían vivir juntos sin casarse, ni por lo civil ni por la iglesia, anulando la tonta convención del contrato para ocupar con obligaciones el ejercicio de dos voluntades en donde antes no había ninguna.

tolerancio dijo...


oh, cielos... no me lo puedo creer... nada diré sobre el sarao de la semana santa, que usted ya lo ha dejado claro no, nítido... me refiero a lo de la redistribución de las prácticas "chechuales"... a ver si por el argumento tantas veces invocado de la discriminación positiva, que encaja a las mil maravillas en el universo "podemita" que es en mi opinión la consecuencia del lenguaje "zapaterita" de años anteriores... ¡¡¡a mi señora le va a dar por aplicarme, calabacín en mano, pulso firme y sostenido, lo que tantas veces me ha negado...!!!

Aitor Mento dijo...

La cosa es dar por el culo, sí.

Reinhard dijo...

El vicio nefando de toda la vida, vamos.